Las líneas del frente rusas cedieron: Robotyne, una aldea al sur de Orikhiv, cayó el lunes ante la 47.ª Brigada, equipada con tanques Leopard 2 y Bradleys. «Nuestras fuerzas están avanzando al sureste de Robotyne y al sur de Mala Tokmashka», dijo Ganna Maliar, viceministro de Defensa de Ucrania. «El enemigo está sufriendo enormes pérdidas en estas direcciones, pero está tratando de concentrar sus fuerzas allí para no abandonar sus posiciones», dijo. Se esperaba un gran avance, ya que se hicieron sentir las dudas, especialmente de los estadounidenses, sobre el éxito de la contraofensiva. El ejército ucraniano estaba desgastando las líneas del frente rusas, defendidas audazmente, con la esperanza de romperlas y crear un avance. “Quedaban muchas incertidumbres sobre las instalaciones rusas, sus reservas, su equipamiento… Pero resistieron. Lo más sorprendente es su defensa de las posiciones más avanzadas, que no están diseñadas para durar mucho tiempo”, desarrolló, en declaraciones a Le Figaro, Stéphane Audrand, consultor en riesgos internacionales.

“La captura de Robotyne es a la vez un nuevo paso y una continuación de la dinámica ucraniana. Ucrania ha superado las primeras líneas de defensa y cuenta con un efecto dominó para seguir avanzando. Este avance dependerá sobre todo de la capacidad rusa para defender sus segundas líneas de defensa. Tendremos indicios de ello desde las primeras batallas”, desarrolla Thibault Fouillet, director científico del Instituto de Estudios de Estrategia y Defensa (IESD). Recordemos que la «línea Sourovikin», excavada durante el invierno por los rusos, tiene unos 30 kilómetros de profundidad de defensas, trincheras, dientes de dragón y puntos de apoyo.

«También parece que los pocos avances ucranianos se han logrado con pérdidas bastante importantes, en material y en hombres», señaló el coronel Michel Goya en su blog. Pero Ucrania debe abrirse paso, y este eje es estratégico. Conduce a Tokmak (ver mapa arriba), un importante centro logístico y de comunicaciones, y luego a Melitopol, la esclusa de Crimea. Ucrania, para esta contraofensiva tan esperada, lanza ataques en tres direcciones: en Bakhmout al este, hacia Vouhledar al sureste y cerca de Orikhiv al sur. Objetivo: el Mar de Azov para cortar en dos el dispositivo ruso, y poder atacar el puente de Crimea, haciendo la península inaccesible al ejército ruso.