Al regresar de Estados Unidos y Canadá, Zelensky se detuvo en la ciudad de Lublin, en el este de Polonia, pero, según los medios polacos, no se reunió allí con ningún funcionario polaco.

«En el camino a Ucrania, tuve el honor de conmemorar en Lublin los esfuerzos de los ciudadanos polacos, de los voluntarios y de los corazones solidarios», anunció Zelensky en su cuenta de Twitter.

Polonia amplió la semana pasada su embargo sobre los cereales ucranianos para proteger, según ella, los intereses de sus agricultores, lo que provocó una crisis abierta con Kiev, aunque es un socio cercano.

En respuesta, Ucrania presentó una queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra Polonia, Eslovaquia y Hungría, que también mantuvieron sus restricciones a los cereales ucranianos, aunque levantadas por Bruselas.

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El martes, el presidente ucraniano denunció en la ONU el hecho de que “algunos países fingen solidaridad (con Ucrania, nota del editor) apoyando indirectamente a Rusia”. Estos comentarios enfurecieron a Varsovia, que convocó al embajador de Ucrania.

Polonia anunció entonces que ya no entregaría nuevas armas a Kiev, contentándose con garantizar las entregas previamente acordadas y asegurando que quería concentrarse en la modernización de su ejército.

Varsovia es uno de los principales aliados de Kiev en su conflicto armado contra Rusia y la ayuda militar occidental pasa principalmente por su territorio.