“Las guerras se desarrollan por fases […] Debemos apoyar a Ucrania tanto en los buenos como en los malos tiempos”, declaró el sábado 2 de diciembre el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, al canal alemán ARD. «También debemos prepararnos para las malas noticias», añadió sin más detalles. Sus comentarios se producen mientras los aliados occidentales debaten sobre las municiones y la ayuda financiera concedida a Ucrania, mientras que Moscú, por su parte, ha anunciado un aumento en el volumen de sus fuerzas armadas. El presidente ruso, Vladimir Putin, firmó el viernes un decreto destinado a aumentar el número de soldados rusos en unos 170.000 hasta alcanzar un total de 1,3 millones.

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A pesar de la débil evolución en el frente en los últimos meses, Jens Stoltenberg destaca la resistencia ucraniana a la flota rusa en el Mar Negro. «Estas son grandes victorias, incluso si no pudieron avanzar en la línea del frente». El secretario general de la OTAN aprovechó la ocasión para hacer un llamamiento a los Estados miembros de la organización militar para que aumenten la producción de municiones, deplorando el estado fragmentado de la industria de defensa europea. «No podemos trabajar juntos tan estrechamente como deberíamos», afirmó, instando a los gobiernos a mirar más allá de sus intereses nacionales y ver el panorama más amplio.

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Una victoria de Putin no sólo sería una tragedia para Ucrania, sino que también representaría un peligro para el resto de los aliados, afirmó Stoltenberg. «Cuanto más apoyemos a Ucrania, antes terminará la guerra».

El fracaso de la contraofensiva ucraniana lanzada el pasado mes de junio fue reconocido por el propio presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, quien admitió a principios de diciembre que no había permitido «alcanzar los resultados deseados», y sólo el comandante en jefe -El jefe del ejército ucraniano, general Zaluzhny, que habló en noviembre de un “impasse”. En este contexto, la hipótesis de una larga guerra en Ucrania es cada vez más mencionada por los líderes de la Alianza Atlántica que estudian una posible integración de Ucrania en la OTAN. Jens Stoltenberg declaró el 28 de septiembre que la adhesión estaba “más cerca que nunca”.