El ejército ruso reclamó el domingo 21 de enero la captura de una pequeña localidad de la región de Járkov, en el este de Ucrania, y las fuerzas de Kiev aseguraron por su parte que esta aldea no tenía “ninguna importancia” desde el punto de vista militar. Este anuncio, sin embargo, ilustra la creciente presión ejercida por las fuerzas de Moscú en el frente en las últimas semanas. El jueves, el ejército ruso ya había anunciado la conquista de otra pequeña ciudad, Veseloïe, en la región de Donetsk (este).
«La aldea de Krakhmalnoye, en la región de Kharkiv, fue liberada gracias a las exitosas operaciones activas llevadas a cabo por las unidades del grupo de tropas «Occidental» en la zona de Kupiansk», afirmó el Ministerio de Defensa ruso en su boletín diario de operaciones en Ucrania. Esta localidad, donde vivían unos 45 habitantes antes del 24 de febrero de 2022, está situada a 30 kilómetros al sureste de Koupiansk, objetivo desde hace meses de ataques de las fuerzas rusas.
Según un portavoz de las fuerzas terrestres ucranianas, Volodymyr Fitio, entrevistado el domingo en la televisión ucraniana, esta captura “no tiene importancia estratégica” en el frente. “Son cinco casas. Fueron destruidos por los rusos», restó importancia, asegurando que las tropas ucranianas habían sido «desplazadas a posiciones de reserva preparadas», donde «ahora mantienen la defensa, impidiendo que el enemigo siga avanzando».
Ante estos repetidos ataques, las autoridades ucranianas ordenaron a principios de semana la evacuación de 26 localidades de la región de Járkov, donde se encuentra Kupiansk, una decisión que afectó a unas 3.000 personas, entre ellas 279 niños. Toda esta zona había sido ocupada por Rusia al inicio del asalto ordenado en febrero de 2022 por Vladimir Putin, hasta que un ataque relámpago de los ucranianos liberó la región en septiembre del mismo año, obligando a las tropas de Moscú a una retirada humillante.
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Rusia volvió a lanzarse a la ofensiva en esta zona durante el verano de 2023, mientras Ucrania intentaba, sin éxito, una gran contraofensiva en el Donbass (Este) y el sur. Desde la caída y el fracaso de las ambiciones ucranianas de reconquista, las fuerzas rusas han estado avanzando hacia el noreste, en la zona de Kupiansk, pero también hacia el este, particularmente alrededor de la ciudad de Avdiïvka. Kiev, por su parte, asegura que aguantará e infligirá pérdidas importantes a los rusos, pero también insiste a sus aliados occidentales sobre sus necesidades en armas y municiones para poder seguir resistiendo.