Un total de 41 personas fueron detenidas el martes por la policía en Francia, sospechosas de estar vinculadas a una secta internacional acusada de numerosos abusos bajo el pretexto de practicar yoga, supo por una fuente cercana al asunto, confirmando la información de Libération.
Entre los detenidos se encuentra Gregorian Bivolaru, de 71 años, el gurú rumano y fundador de este controvertido movimiento internacional de yoga, afirmó la fuente cercana a la investigación. Otros «dirigentes importantes» sospechosos de pertenecer a la secta en Francia han sido detenidos, añadió.
Estas detenciones se produjeron en la región parisina y en los Alpes Marítimos, añadió esta fuente. Para esta operación de gran envergadura, coordinada por la OCRVP (Oficina Central para la Represión de la Violencia contra las Personas), se movilizaron unos 175 agentes de policía. Durante las detenciones, 26 mujeres, varias de las cuales estaban bajo influencia, fueron liberadas, dijo una fuente cercana a la investigación.
Este movimiento, llamado Movimiento de Integración Espiritual hacia el Absoluto (Misa), tiene muchas escuelas de yoga y otras ramas, detalló esta fuente. «Es difícil cuantificar el número de seguidores», pero «son varios cientos de personas», añadió.
La fiscalía de París abrió una investigación judicial en julio de 2023 por abuso de debilidad, secuestro por banda organizada, violación y trata de seres humanos. A finales de julio de 2022, la Miviludes (Misión Interministerial de Vigilancia y Lucha contra los Abusos Sectarios) envió un informe al fiscal tras ser informada por la Liga de Derechos Humanos (LDH) de 12 denuncias de ex miembros del movimiento Misa, afirmó una fuente judicial.
Según esta fuente, el movimiento Misa, que se convirtió en Atman durante su expansión fuera de Rumanía, enseñaba tantra yoga, con el objetivo de “condicionar a las víctimas a aceptar relaciones sexuales mediante técnicas de manipulación mental destinadas a eliminar cualquier noción de consentimiento”. Esta secta animaba a las víctimas femeninas a “aceptar relaciones sexuales con el líder del grupo” y/o a “practicar prácticas pornográficas pagadas en Francia y en el extranjero”.
