El despliegue de mil policías kenianos en Haití como parte de una misión apoyada por la ONU sólo será posible con financiación de los Estados miembros de la organización internacional, afirmó el jueves 7 de noviembre el Ministro del Interior de Kenia.

Según la ministra Kithure Kindiki, el presupuesto global para el despliegue de agentes de policía durante un año, cuyo objetivo es restablecer la calma en este país caribeño plagado de bandas que controlan regiones enteras del país, asciende a 600 millones de dólares.

«A menos que se movilicen todos los recursos (…), nuestras tropas no abandonarán el país», dijo a una comisión parlamentaria, pidiendo que la financiación sea proporcionada por «los Estados miembros de las Naciones Unidas». El Consejo de Seguridad de la ONU dio luz verde a principios de octubre a la misión encabezada por Kenia para ayudar a la policía haitiana.

Kenia ha dicho que está dispuesta a proporcionar hasta 1.000 agentes de policía, y Kithure Kindiki dijo que once países también se han comprometido con la misión, sin nombrarlos. «No enviamos una fuerza de ocupación, enviamos una fuerza para apoyar las estructuras que ya existen en este país a petición suya», aseguró.

En octubre, un tribunal de Kenia emitió una orden que prohibía el envío de agentes de policía hasta que se pronunciara sobre una petición que impugnaba el despliegue. La decisión del gobierno de Kenia de desplegar agentes de policía en Haití ha suscitado muchas preguntas y críticas en este país de África Oriental.

El Tribunal Superior de Nairobi examinará un recurso presentado por el abogado y opositor Ekuru Aukot, que sostiene que el despliegue es inconstitucional. El Ministro del Interior aseguró que los preparativos continuarían a pesar de esta suspensión.

Los detalles de la misión respaldada por Estados Unidos en Haití aún no están ultimados y el Parlamento aún no ha votado sobre ella, como exige la Constitución. Kenia ya ha participado en varias operaciones de mantenimiento de la paz en países vecinos (RDC, Somalia) y en diversas partes del mundo (Liberia, Timor Oriental, antigua Yugoslavia, etc.).

Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), que habla de una “crisis humanitaria” en Haití, unas 40.000 personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares entre mediados de agosto y finales de octubre debido a la violencia.