¿Deberíamos percibir este acontecimiento, que pasó relativamente desapercibido en Francia, como una nueva bofetada a las relaciones diplomáticas franco-argelinas? El 24 de mayo, el presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune, tomó la decisión por decreto de reintroducir, en determinadas situaciones, la tercera estrofa del himno nacional de su país, el Kassaman. Hasta el día de hoy, el himno se tocaba, en la inmensa mayoría de los casos, en su versión reducida, con una sola estrofa.

Esta modificación sería anecdótica si el pareado en cuestión no se dirigiera directamente a Francia. En detalle, declama: “¡Oh Francia! se acabó el tiempo de la palabrería Lo hemos cerrado como se cierra un libro ¡Oh Francia! ha llegado el día de que rindas cuentas ¡Prepárate! aquí está nuestra respuesta El veredicto, nuestra revolución lo entregará Porque hemos decidido que Argelia vivirá»

Hasta ahora, este pareado, al igual que el segundo, cuarto y quinto, sólo estaba previsto durante los congresos del FLN y la investidura del Presidente de la República, en virtud de un decreto promulgado en mayo de 1986. Baste decir que era particularmente raro oírlo. Pero en este nuevo decreto, el presidente Tebboune decidió que la versión completa del himno, y por tanto la tercera estrofa, también se interprete durante “las conmemoraciones oficiales en presencia del Presidente de la República”.

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El Kassaman ha estado en el centro de muchas controversias durante su joven historia. Compuesta en 1955, al comienzo mismo de la guerra de Argelia, por el poeta Moufdi Zakaria, ferviente activista independentista, fue adoptada en 1963, pocos meses después de la independencia. En la década de 1980, bajo la presidencia de Chadli Bendjedid, las autoridades argelinas intentaron eliminar el verso problemático, con el argumento de que el himno argelino era el único en el mundo que nombraba a otro país. Pero la enmienda fue rechazada.

Otros dos intentos también fracasaron, en 1967 y 2007. Por lo tanto, el versículo nunca se eliminó. Por otro lado, el decreto de mayo de 1986 limitó el uso de la versión completa. El de mayo pasado lo amplía pues un poco más. Sin embargo, en caso de una visita de Estado a Argelia, el presidente Emmanuel Macron no tendría que sufrir la afrenta de un himno decididamente anti-Francia, ya que esta modificación no se refiere a las visitas oficiales de los jefes de Estado.

Este evento tiene lugar en un delicado contexto diplomático entre Francia y Argelia. Sin embargo, el presidente Tebboune había acogido en las columnas de Figaro, a fines de diciembre, la nueva «relación de confianza» entre los dos países, cuatro meses después de la visita de estado de Emmanuel Macron. Los dos jefes de Estado incluso habían acordado una fecha para una visita a Francia, de Abdelmadjid Tebboune, los días 2 y 3 de mayo.

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Mientras tanto, Francia y Argelia se encontraban en medio de una disputa diplomática provocada por la parte argelina, cuando París ayudó a exfiltrar desde Túnez a Francia a la opositora franco-argelina Amira Bouraoui, bajo el golpe de una condena. Si esta tensión temporal no duró, Tebboune pospuso su visita a París hasta junio, según información de Figaro.

Finalmente, esta visita podría tener lugar sólo después del verano. Porque las agendas de los dos presidentes están cargadas para entonces. Pero sin duda también porque Argel ve con malos ojos los ataques contra ella frente a la política migratoria, provenientes del otro lado del Mediterráneo. En una reciente entrevista con L’Express, el ex primer ministro Edouard Philippe denunció el tratado franco-argelino de 1968, que define las condiciones de acogida y estancia de los argelinos en Francia. Como el ex embajador de Francia en Argel, Xavier Driencourt, en su nuevo libro.