La policía indonesia interceptó un camión que transportaba más de 200 perros destinados al matadero, dijeron las autoridades, en la última victoria de los activistas que se oponen a comer carne de estos animales.
El camión que transportaba a los perros aún vivos fue detenido la tarde del sábado 6 de enero en la ciudad de Semarang, en la gran isla de Java. Cinco personas fueron arrestadas y serán acusadas bajo las normas de protección animal y enfrentan hasta cinco años de prisión.
«Recibimos información el mes pasado, pero hasta esta tarde (sábado, nota del editor) pudimos bloquear el transporte de 226 perros», declaró durante la noche del sábado al domingo el jefe de la policía local, Irwan Anwar. Indonesia es uno de los pocos países del mundo que todavía permite la venta de carne de perro y gato, pero una campaña contra esta práctica está ganando terreno, y algunas ciudades, incluida Semarang, han impuesto prohibiciones locales al comercio durante varios años.
Según los primeros elementos de la investigación policial, los perros se dirigían a la vecina ciudad de Surakarta, donde serían sacrificados y su carne vendida para el consumo en Java Occidental. Los activistas por los derechos de los animales dijeron que denunciaron el comercio de carne de perro a la policía en diciembre, pero desde entonces han perdido la pista de la operación.
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«Recibí información por primera vez el 23 de diciembre (…) Hace dos semanas lograron escapar de mi vigilancia», explicó Christian Yosua Pale, de la asociación Animals Hope Shelter Indonesia, que lucha por la prohibición total en Indonesia de la venta de carne de perro y gato. «Los perros, al igual que los gatos, no son ganado y, por tanto, no deben destinarse al consumo humano», añadió.
El año pasado, el famoso mercado Tomohon de la isla de Célebes, que vendía diversos animales, puso fin a la venta de carne de perro y de gato, bajo la presión de un grupo defensor de los derechos de los animales que denuncia desde hace varios años métodos brutales de sacrificio.