“Suspendo mi campaña”: Donald Trump sorprendió el lunes enviando a sus seguidores este mensaje, una broma del Día de los Inocentes que en realidad pretendía recaudar nuevos fondos para su candidatura a las elecciones presidenciales de noviembre.

El expresidente republicano, que busca desalojar al demócrata Joe Biden de la Casa Blanca, envió este breve texto a sus votantes por correo electrónico y SMS, junto con un enlace. Al hacer clic en él, sus seguidores llegaron a un sitio que les invitaba a donar 5.500 o 3.300 dólares para su campaña. “¿De verdad pensaste que iba a suspender mi campaña? ¡April Fools!”, está escrito en mayúsculas.

Durante varios años, los votantes estadounidenses han sido inundados con mensajes de texto, correos electrónicos y llamadas (a veces más de una docena por día) invitándolos a contribuir financieramente a las candidaturas. Esto obliga a los equipos candidatos a ser cada vez más creativos para destacar. En un país donde las victorias electorales se obtienen con miles de millones de dólares, las donaciones que recaudan son sumamente valiosas.

Donald Trump corteja con mucha frecuencia a sus seguidores hablando de sus problemas legales. “El Departamento de Justicia de Biden está intentando que me ENCARCEN DE POR VIDA”, afirma, sin pruebas, en determinados mensajes.

Pero las arcas de la campaña de Donald Trump están, por el momento, menos llenas que las de Joe Biden, candidato a la reelección. Por no hablar de que el candidato republicano debe una fianza de 175 millones de dólares a los tribunales tras su juicio por fraude en el seno de la Organización Trump. El candidato compite con ideas para recaudar dinero. Unos días antes de Pascua, anunció el lanzamiento de una asociación remunerada con una estrella de la música country para ofrecer una Biblia a la venta. El expresidente de Estados Unidos ya había lanzado en febrero un nuevo modelo de zapatillas, para sorpresa de todos.

El equipo de campaña de Joe Biden está disfrutando de esta ventaja financiera al llamar «Don arruinado» en un correo electrónico sobre el multimillonario, él mismo un gran admirador de los apodos crueles.