Google anunció el martes que Bard, su chatbot generativo de inteligencia artificial, ahora podría conectarse a otros servicios de la empresa (buzón de correo, YouTube, Maps, etc.), un paso más en la carrera por el despliegue de esta tecnología. “Por ejemplo, si estás planeando un viaje al Gran Cañón (un proyecto que requiere varias pestañas), puedes pedirle a Bard que recupere las fechas que funcionan para todos en Gmail, busque vuelos y hoteles, verifique el viaje al aeropuerto. en Google Maps e incluso ver vídeos de YouTube sobre actividades que se pueden realizar allí, todo en la misma conversación”, explica un comunicado de prensa del grupo estadounidense.
El gigante de Internet lleva años desarrollando sistemas de inteligencia artificial de última generación, pero le tomó por sorpresa el éxito de ChatGPT (OpenAI) a finales de 2022 y el lanzamiento en febrero del nuevo Bing de Microsoft, su motor de búsqueda con Capacidades de IA generativa. Google lanzó al mismo tiempo Bard, un chatbot capaz de producir todo tipo de textos (editoriales, artículos, instrucciones, diálogos, etc.) a partir de una simple consulta en el lenguaje cotidiano, como ChatGPT.
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La nueva herramienta presentada el martes, llamada “Bard Extensions”, también puede extraer datos de Google Docs y Google Drive (almacenamiento), incluidos documentos en formato PDF, dijo la compañía. También debe ayudar a los usuarios a eliminar las «alucinaciones» cuando el programa no tiene la respuesta a la pregunta formulada y la inventa, ya que funciona gracias a un modelo de lenguaje: no «entiende» lo que significan las palabras.
Un nuevo botón, «Google it», le permite comparar los resultados de Bard con los resultados de una búsqueda en Google sobre el mismo tema, informando cualquier discrepancia. Las grandes empresas tecnológicas, con Microsoft y Google a la cabeza, están implementando rápidamente funcionalidades de IA generativa en sus software online (oficina, código, búsqueda, correo electrónico, etc.) para transformarlos en una especie de asistente personal.
Al mismo tiempo, deben superar las objeciones de los reguladores, especialmente los europeos, porque esta última generación de IA es aún más preocupante que las anteriores en términos de confidencialidad de los datos, riesgos de uso con fines nocivos (fraude, desinformación) o supresión. trabajos. En la página web de Bard, una ventana indica que las nuevas «extensiones» sólo accederán a datos personales «con su permiso». Y cualquier extracción de contenido personal de Docs, Drive o Gmail no se utilizará para orientar anuncios, capacitar a Bard ni ser visto por los empleados de la empresa.