Seis años de prisión se impusieron este martes a Pascal Payet, figura del crimen organizado apodado el «rey de la fuga», juzgado ante el tribunal de París junto a otras once personas por «intento de extorsión».

Contra los otros once imputados, entre ellos una mujer, juzgados por tentativa de extorsión en banda organizada y asociación delictiva, el fiscal pidió penas que van desde los 30 meses hasta los 9 años de prisión preventiva. “Muchos de los acusados ​​tienen largos antecedentes penales. La mayoría se encuentra en estado de reincidencia legal”, señaló el fiscal.

El caso juzgado se remonta al 7 de septiembre de 2020. Tres hombres, incluido Pascal Payet, se acercan a un joven empresario y jugador de póquer parisino que cena con un amigo en un elegante restaurante parisino. Uno de los hombres que se dirige al joven por su nombre de pila, Kevin, le pide la suma de 400.000 euros para «garantizar su protección». Le dan a Kevin D. 48 horas para cobrar la suma y le aconsejan que «no sea listo».

Durante la audiencia, Pascal Payet, de 59 años, cabello gris y anteojos finos, explicó que su papel había sido tratar de arreglar una disputa entre dos individuos, uno de los cuales le debía una gran suma de dinero al otro. Según su versión, simplemente le habría pedido a Kevin D. que «pagara su deuda» antes de dar marcha atrás al día siguiente «por consejo de un amigo» que habría olido una confusión. Para la acusación, la revocación de Pascal Payet, diciéndole a Kevin D. que no tenía más deudas 24 horas después de amenazarlo, se debió a que se dio cuenta de que Kevin D. se había puesto en contacto con la policía.

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Pascal Payet ya lleva 28 años entre rejas. Le habían concedido la libertad condicional en 2019. En total, su historial delictivo es pesado con nueve condenas por robo, asociación delictuosa y robo a mano armada, una de las cuales resultó en la muerte de un guardia de seguridad. “Este pasado criminal en todos los niveles es un desastre. Por mí, por mis seres queridos y por las víctimas de mis acciones”, dijo a la audiencia.

Originario de Montpellier, causó sensación en julio de 2007 al escapar en helicóptero de la prisión de Grasse (Alpes-Maritimes), donde cumplía una condena de 30 años de prisión por el asesinato de un guardia de seguridad en 1997. Renovó así una espectacular fuga ya por vía aérea, en octubre de 2001, de la prisión de Luynes (Bouches-du-Rhône). Sus fugas habían durado un año y medio la primera vez, dos meses en 2007. En abril de 2003, mientras huía, había escapado de la prisión de Luynes, todavía con un helicóptero, tres de sus “amigos” detenidos. Los cuatro matones fueron detenidos el 9 de mayo de 2003 en Vaucluse. La decisión del tribunal se espera para el jueves o viernes.