Un millar de bomberos siguen movilizados el martes 21 de noviembre en Paso de Calais, que permanece en alerta naranja por inundaciones después de que nuevas precipitaciones hayan provocado el aumento de algunos ríos, dos semanas después del inicio de estas devastadoras inundaciones.
Las precipitaciones del lunes, del orden de 15 a 30 mm en el departamento según la prefectura de Paso de Calais, provocaron «inundaciones importantes» en el Canche y el Hem, los dos únicos ríos que seguían en vigilancia naranja el martes, indica Vigicrues en su último boletín.
Estas inundaciones se situaron, sin embargo, «en un nivel muy inferior al experimentado en las últimas semanas», precisó Vigicrues, que pide vigilancia debido a una «reanudación de los chubascos prevista para este martes». Esta precipitación, “con acumulaciones localmente significativas”, se produce sobre suelos saturados de agua por más de dos semanas de mal tiempo récord e inundaciones históricas en el departamento. En Ruminghem, localidad de la cuenca del Hem situada entre Calais y Saint-Omer, las bombas funcionan para evacuar el agua y grandes zonas pantanosas siguen inundadas el martes por la mañana, constataron dos periodistas de la AFP.
En el campo, algunas casas parecen formar casi islas entre arroyos y campos inundados. El lunes por la noche, 42 bombas de gran volumen estaban activas entre Paso de Calais y el vecino Norte, también afectado por las inundaciones, lo que permitió bombear 65.360 m³/h, indicó la prefectura de la zona norte. Como refuerzo, a finales de semana se instalarán entre el Norte y el Paso de Calais cuatro bombas holandesas con una capacidad de 5.000 m³/h cada una, dos de las cuales deberán estar operativas a partir del martes en Mardyck (Norte). acelerar la evacuación de agua hacia el mar.
En estos dos departamentos, “975 bomberos y socorristas siguen movilizados para ayudar a las poblaciones afectadas”, indica la seguridad civil en la red X (antes Twitter). Las previsiones meteorológicas son más indulgentes para Paso de Calais a partir del miércoles, lo que podría reiniciar el descenso, tras la fuerte disminución del agua observada a finales de la semana pasada. Las inundaciones han provocado cinco heridos leves en el departamento desde el 6 de noviembre y daños materiales muy importantes. Afectaron a 6.000 viviendas, 160 empresas, 130 empresas y 53 granjas, según la prefectura.