(Atenas) El gobierno griego aseguró que la supuesta muerte de decenas de inmigrantes durante las operaciones de devolución llevadas a cabo por la guardia costera griega “no fue probada en modo alguno” en la investigación realizada por la cadena británica BBC y revelada el lunes.

“Seguimos cada publicación, cada investigación, pero repito: lo que se informa no está probado en modo alguno”, insistió el portavoz del Gobierno de Kyriakos Mitsotakis durante una rueda de prensa.

La guardia costera griega «salva decenas de vidas humanas cada día», añadió Pavlos Marinakis, mientras muchas personas que buscan asilo en la Unión Europea intentan llegar a Grecia desde Turquía a través de cruces peligrosos.

En Bruselas, el portavoz de la Comisión Europea, Eric Mamer, dijo que estaba al tanto de «estas terribles acusaciones».  

«Las autoridades griegas, como todos los Estados miembros de la UE, deben respetar plenamente sus obligaciones en materia de asilo y del derecho internacional», añadió.

La BBC, en una investigación publicada el lunes en su sitio web, registró 43 inmigrantes que murieron después de ser devueltos al mar Egeo por los guardacostas griegos entre mayo de 2020 y mayo de 2023.

Según la BBC, nueve de las víctimas fueron arrojadas deliberadamente al mar.

El canal británico registró quince incidentes de expulsión violenta de inmigrantes en contravención del derecho internacional durante este período.

Según informes de los medios locales, ONG y la guardia costera turca, los periodistas de la BBC también pudieron hablar con testigos presenciales.

Un ciudadano camerunés relató así que, tras desembarcar en la isla de Samos en septiembre de 2021, fue detenido junto con otros dos inmigrantes por hombres enmascarados que los obligaron, a puñetazos, a subir a una embarcación que luego los abandonó en mar abierto.  

Los cadáveres de sus dos compañeros, un marfileño y otro camerunés, fueron encontrados en la costa turca y los abogados del refugiado camerunés demandaron a las autoridades griegas por doble homicidio.

El año pasado, tras uno de los peores naufragios de inmigrantes en el Mediterráneo que dejó más de 600 muertos, los supervivientes presentaron una denuncia contra la guardia costera griega por retrasar su rescate.