Israel anunció durante la noche del sábado al domingo que había atacado a Siria en respuesta al lanzamiento de cohetes hacia la parte anexada de los Altos del Golán, luego de disparos similares desde el vecino Líbano y la Franja de Gaza en los últimos días.
La artillería israelí apuntó a “la región de Siria desde la que se dispararon cohetes”, informó el ejército israelí, indicando que también utilizó un dron.
Una fuente militar siria entrevistada por la agencia oficial siria Sana confirmó el fuego israelí: “Alrededor de las 5 a.m. de esta mañana (0200 GMT), el enemigo israelí disparó varios proyectiles desde el Golán ocupado, apuntando a varias áreas en el sur” de Siria. Estos ataques provocaron «daños materiales», dijo esta fuente, y añadió que algunos proyectiles habían sido «interceptados» por la defensa antiaérea siria.
Estos acontecimientos se producen en un contexto de violencia renovada en Oriente Medio. Dos ataques antiisraelíes mataron a tres personas el viernes.
Según el ejército israelí, al menos uno de los cohetes disparados desde Siria fue interceptado por las defensas antiaéreas israelíes y dos cayeron en terrenos baldíos en la parte del Golán anexada por Israel tras ser conquistada en 1967.
Desde principios de enero, el conflicto israelí-palestino se ha cobrado la vida de al menos 92 palestinos, 18 israelíes, un ucraniano y un italiano, según un recuento de la AFP elaborado a partir de fuentes oficiales israelíes y palestinas. Estas cifras incluyen, del lado palestino, combatientes y civiles, incluidos menores, y del lado israelí, en su mayoría civiles, incluidos menores, y tres miembros de la minoría árabe.