Miles de manifestantes se reunieron el domingo por la tarde frente al Parlamento israelí en Jerusalén para exigir la dimisión del primer ministro Benjamín Netanyahu, la segunda manifestación en dos días, con enfrentamientos con la policía, constataron periodistas de la AFP.

La policía utilizó cañones de agua para despejar una carretera bloqueada por manifestantes enojados que ondeaban banderas israelíes y encendían hogueras. “¡Elecciones!”, Netanyahu “¡debe irse!” y “¡Traed de vuelta (a los rehenes) ahora!”, gritaron los manifestantes.

La ira contra el primer ministro por su gestión del país tras el ataque de Hamás el 7 de octubre en Israel ha llegado a un punto extremo, afirmó Dana Rabfogel Shor, de 44 años, de Tel Aviv. “La gente está enojada, cansada, quiere elecciones. Acusan a Bibi (Netanyahu) y al gobierno que dicen que no son responsables de nada”, explicó, sosteniendo una gran fotografía de su primo lejano, Itay Svirsky, asesinado el 7 de octubre.

Esta reunión incluyó a manifestantes que exigían la salida del gobierno y a las familias de los rehenes retenidos en Gaza por Hamás. Sus organizaciones han advertido que saldrán a las calles de Jerusalén todas las tardes durante los próximos días.

En el momento de la manifestación del domingo, Benjamín Netanyahu estaba dando una conferencia de prensa. “Las elecciones ahora, en medio de la guerra, paralizarían a Israel durante al menos seis meses. Paralizarían las negociaciones para la liberación de nuestros rehenes (…), el primero en saludarlo sería Hamás”, declaró.