Vittorio Sgarbi, secretario de Estado italiano de Cultura en el gobierno ultraconservador de Giorgia Meloni y debilitado por varios asuntos, anunció el viernes 2 de febrero su dimisión, la primera de un miembro del ejecutivo. «Dimito», anunció durante un programa de televisión en Milán (norte), precisando que su decisión surtía efecto inmediatamente y que informaría por escrito a la jefa del Gobierno «en las próximas horas», Giorgia Meloni.

Vittorio Sgarbi, historiador del arte de 71 años, ha sido objeto de numerosas polémicas en los últimos años y ha sido objeto de varias investigaciones. En particular, es objeto de un procedimiento por parte del organismo de control de la competencia italiano, que sospecha que ha monetizado sus servicios como orador, actividad prohibida a personas pertenecientes al ejecutivo.

Vittorio Sgarbi, que negó cualquier conflicto de intereses, habría recibido alrededor de 300.000 euros en concepto de honorarios diversos desde su entrada en el gobierno como orador o presentador de libros o exposiciones, según informan los medios.

El segundo caso se refiere a la apertura por parte de la fiscalía de Macerata (centro) de una investigación sobre Vittorio Sgarbi, sospechoso de haber expuesto un cuadro previamente modificado para enmascarar su origen ilícito, acusaciones que él niega enérgicamente.

Sus relaciones con los medios de comunicación son execrables, el hombre tiene tendencia a perder los estribos con facilidad y a no controlar su lenguaje. En un vídeo se le muestra insultando a periodistas y deseándoles la muerte: “Si mueres en un accidente de tráfico, eso me hace feliz”, afirma. «Soy conocido por mis imprecaciones pero no tengo inclinación hacia la crueldad y no quiero que nadie muera», aseguró el viernes.