El gobierno propondrá una «contribución ecológica aumentada» en 2024 para la aviación comercial privada, anunció el jueves 6 de abril el ministro de Transporte, Clément Beaune, ante la Asamblea Nacional, durante un debate sobre la contaminación causada por los aviones privados. “El tema no es anecdótico”, admitió el ministro en el hemiciclo, al tiempo que manifestó su hostilidad a la prohibición de los vuelos en jets privados, que llevan los ecologistas como parte de su jornada reservada en el Palais Bourbon.

En la ley de finanzas para 2023, se estableció un “aumento del 70% en el impuesto al combustible de aviación privada”, recordó, y coincidió en que ciertas prácticas eran “escandalosas, a menudo poco convencionales, a veces inaceptables”. “Y se lo anuncio, iremos más allá si acuerda en el presupuesto para 2024 proponiendo que la aviación comercial privada (…) pueda estar sujeta a una contribución adicional, una ecocontribución revisada al alza, que precisamente permitir que se tengan en cuenta estos comportamientos”, prosiguió el Ministro.

“La prohibición general da buena conciencia pero no hace avanzar la transición ecológica en la práctica”, estimó Clément Beaune, subrayando en particular los “obstáculos legales” y la dificultad de definir y controlar las exenciones.

Los ecologistas proponen prohibir ‘los servicios de transporte aéreo no regular de pasajeros que no se exploten comercialmente’, así como los servicios de transporte aéreo público no regular ‘en los que el número de pasajeros sea inferior a sesenta’. Se trata de “devolver a los ricos a la Tierra” haciéndolos contribuir a la transición ecológica, alegó el diputado Julien Bayou, que lleva este texto con pocas posibilidades de ser adoptado. “Es la medida que penaliza a menos personas pero produce los máximos efectos para el clima y la atmósfera”, dijo.