(Washington) Joe Biden anunciará el martes medidas para cerrar temporalmente la frontera de Estados Unidos con México en caso de un aumento de las llegadas de inmigrantes ilegales, un movimiento hacia la derecha para intentar seducir a una parte del electorado en plena campaña para que permanezca en La Casa Blanca contra Donald Trump.

El presidente demócrata, de 81 años, firmará un decreto largamente anunciado destinado a limitar las llegadas de inmigrantes y solicitantes de asilo cuando su número supere los 2.500 por día. Las autoridades estarían entonces autorizadas a expulsar a quienes cruzaran la frontera sin los documentos necesarios, según medios estadounidenses.

Debido al actual número de entradas ilegales, la medida podría aplicarse inmediatamente, precisan. Las restricciones sólo se levantarían cuando las llegadas fueran inferiores a 1.500.

Esta política de inmigración, una de las más restrictivas jamás adoptadas por un presidente demócrata, le acercaría a las posiciones de su predecesor republicano, Donald Trump, mientras que todos los sondeos muestran que el tema pesa mucho sobre las posibilidades de Joe Biden de ser reelegido en noviembre próximo.

El equipo de campaña de Donald Trump desestimó el decreto propuesto como un intento desesperado de atraer al electorado más conservador.  

« Joe l’escroc fait juste semblant de sécuriser la frontière parce qu’il coule dans les sondages », a-t-elle lancé, accusant une nouvelle fois les migrants clandestins d’être à l’origine d’une vague de criminalité aux Estados Unidos.

Según fuentes familiarizadas con el asunto, las medidas deberían ser anunciadas por la administración Biden durante la jornada del martes. La Casa Blanca, sin embargo, no confirmó los informes de que el presidente firmaría el decreto junto con los alcaldes de las ciudades fronterizas.

«Lo que puedo decir es que estamos examinando constantemente todas las opciones posibles para intentar resolver los problemas asociados con el sistema de inmigración, que no ha funcionado durante décadas», comentó el lunes la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.

Un texto que prevé financiación para endurecer la política de inmigración, negociado durante meses en el Congreso por los dos partidos en el marco de proyectos de ayuda a Ucrania e Israel, fue rechazado a principios de año por los republicanos, recordó.

“Decidieron hacer política partidista”, criticó.

Con este endurecimiento de la inmigración, Joe Biden está adoptando una estrategia arriesgada.

De hecho, estas medidas podrían provocar la ira del ala izquierda de su partido, ya que este decreto se basa en una ley utilizada anteriormente por la administración Trump para prohibir la entrada en Estados Unidos a los nacionales de varios países musulmanes.

En cualquier caso, deberían impugnarse ante los tribunales.

Su predecesor Donald Trump, que durante su mandato construyó tramos del muro en la frontera con México, utiliza una retórica cada vez más incendiaria hacia los migrantes, acusándolos de “envenenar la sangre” del país.

En los 12 meses previos a octubre de 2023, 2,4 millones de personas fueron interceptadas en la frontera con México, un récord.

En diciembre, unas 10.000 personas, impulsadas por la pobreza y la violencia en América Latina, cruzaban la frontera ilegalmente todos los días. Desde entonces, esta cifra ha disminuido, pero el tema sigue siendo candente.

La administración de Joe Biden también ha tratado de reducir las llegadas de inmigrantes trabajando con México y otros países, pero las encuestas muestran que algunos votantes dicen que no es suficiente.