(Washington) Joe Biden implementará medidas de regularización que podrían beneficiar a cientos de miles de personas, anunció el martes la Casa Blanca, mientras la inmigración es un tema importante de la campaña presidencial en Estados Unidos.
Se trata también de un tema políticamente delicado para el presidente demócrata, acusado regularmente de laxitud en la materia por el hombre al que se enfrentará durante las elecciones de noviembre, su predecesor republicano Donald Trump, con una retórica antiinmigración muy virulenta.
Joe Biden anunció recientemente un endurecimiento muy claro de su política migratoria, para hacer frente a las llegadas de migrantes a la frontera con México. Pero el demócrata de 81 años, deseoso de no alienar a los votantes progresistas o de origen extranjero, elogia al mismo tiempo los beneficios de la inmigración regulada, a través de medidas como las anunciadas el martes.
El presidente estadounidense tiene la intención de facilitar la expedición de permisos de residencia y de trabajo a los cónyuges inmigrantes de ciudadanos estadounidenses y a sus hijos, según un comunicado del ejecutivo estadounidense.
“Esta medida protegerá a aproximadamente medio millón de cónyuges de ciudadanos estadounidenses y aproximadamente a 50.000 niños inmigrantes menores de 21 años”, según la Casa Blanca.
Joe Biden también quiere acelerar el trámite de visas de trabajo para determinados inmigrantes que hayan obtenido un diploma de educación superior en Estados Unidos y hayan recibido una oferta de trabajo en el país.
La medida se aplicará en particular a los beneficiarios de un programa de protección de menores inmigrantes, puesto en marcha en 2012, cuando Barack Obama era presidente y cuyo duodécimo aniversario Joe Biden celebrará el martes en la Casa Blanca.
El equipo de campaña del demócrata también aprovechó este aniversario para difundir un vídeo en el que los beneficiarios de este programa, conocidos en Estados Unidos como «Dreamers», atacan en inglés y español las posturas antiinmigración de Donald Trump.
El ex presidente quiere organizar, en caso de su regreso a la Casa Blanca, deportaciones masivas de inmigrantes ilegales. También acusó a los inmigrantes de “envenenar la sangre” del país.