Encendida en Olimpia en Grecia como dicta la tradición, la llama llegará por mar a Marsella a bordo del Bélem de tres palos el 8 de mayo de 2024.
Debería atravesar alrededor de sesenta departamentos y territorios (54 departamentos metropolitanos, 5 territorios de ultramar y 5 territorios, como Montpellier). Las principales ciudades y los lugares emblemáticos están en el programa: Mont Saint-Michel, el estadio Bollaert en Lens o las playas del desembarco del Día D. Este curso terminará el 26 de julio de 2024, la noche de la ceremonia de apertura de los Juegos en París.
Sí, los departamentos de ultramar también se movilizarán ya que la llama se unirá, desde Brest, Papeete, Guyana y el sitio espacial de Kourou, Reunión, Guadalupe pero también su vecina, la isla de Martinica antes de un regreso en Niza.
El Comité Organizador exigía una participación de 180.000 euros para poder recorrer un territorio. Algunas autoridades locales y consejos departamentales consideraron prohibitivo el costo y no respondieron al llamado. “No estamos para nada en una lógica de hacer dinero porque los costos que genera el relevo de la antorcha durante tres meses son mucho mayores que la contribución solicitada a los departamentos (…) El precio no lo ha fijado París 2024 pero nosotros se asociaron las distintas asociaciones de cargos electos que decían que era un precio accesible a todos los territorios”, había defendido Tony Estanguet, el jefe del Cojo.
Unas 10.000 personas se turnarán para llevarlo. Como novedad para esta edición francesa, el relevo colectivo: puede participar un grupo de 24 personas, incluido un solo portador, para representar, por ejemplo, una federación deportiva. Serán 3.000 en colectivo y 7.000 en individual, incluidas las personas con discapacidad, y paritarias, a partir de los 15 años. Cada portador de la antorcha llevará la llama durante unos 4 minutos a una distancia de 200 metros.
Ni siquiera sabemos aún si la Torre Eiffel se marcha con el favor de las previsiones. Tony Estanguet aclaró que el lugar del encendido final «no está parado» y «que la Torre Eiffel no está parada como lugar de encendido de la cuenca».
Sí, a lo largo de varios miles de kilómetros recorridos, el tema de la seguridad alrededor de la antorcha olímpica se ha vuelto sumamente significativo en los últimos meses. El clima social nacido de la reforma de las pensiones ha provocado varios llamados de activistas para interrumpir el relevo. Preguntado por este punto, el Cojo explicó que en torno a la llama se formaría “una burbuja viajera” y velada por el Estado (gendarmería, policía), a la que se sumarán cuerpos de seguridad locales adicionales en cada territorio.