Después de Camaïeu, André, San Marina e incluso Kookaï, es el turno de Chaussexpo de encontrarse en el banquillo. La marca de calzado “familiar de bajo precio” podría ser sometida a liquidación forzosa en las próximas semanas, informa el medio local Actu Perpignan.
El 12 de diciembre, durante una reunión del comité social y económico (CSE) de la empresa, los “gerentes confirmaron que era el final pero que había vida después de Chaussexpo… Esto es lo que dicen… Esperan un comprador…”, informa el sindicato CFDT de la marca en su página de Facebook. “Aún no hay una fecha oficial, sabremos más en los próximos días”, añade, al tiempo que transmite un enlace para ayudar a los empleados a calcular su indemnización por despido.
Sin un comprador, las casi 180 tiendas de la marca podrían cerrar el telón, muchas de las cuales están situadas en el norte de Francia. Y dejar en la estacada a unos 800 empleados de Chaussexpo. En 2019, “después de una década de dificultades económicas”, la empresa se encontró en quiebra, indica el sitio web Chaussexpo. Hoy, la empresa afrontaría una acumulación de deudas y podría sumarse al cementerio de marcas afectadas por la crisis de la confección.