El jefe de la misión de la ONU en la República Democrática del Congo expresó el lunes su preocupación por un mayor riesgo de «confrontación militar directa» entre la República Democrática del Congo y Ruanda, en momentos en que Kinshasa pide una retirada acelerada de las fuerzas de paz del país.

En las últimas semanas, “lamentablemente”, “la situación se ha deteriorado aún más en Kivu del Norte. Las tensiones regionales entre la República Democrática del Congo y Ruanda se han intensificado, amplificando el riesgo de una confrontación militar directa, que también podría involucrar a Burundi”, dijo Bintou Keita al Consejo de Seguridad.

Las relaciones entre Kinshasa y Kigali, muy tensas desde las guerras que ensangrentaron la región entre 1990 y 2000, han experimentado un pico de tensión durante dos años, con el resurgimiento en Kivu del Norte de la rebelión del M23 («Movimiento del 23 de Marzo») que, apoyado por Kigali según numerosas fuentes, se apoderó de gran parte de la provincia.

La exacerbación de las tensiones regionales y la violencia en general en el este de la República Democrática del Congo se produce cuando Kinshasa ha pedido una retirada acelerada de unos 14.000 cascos azules a partir de finales de año, poniendo en duda su eficacia. A finales de noviembre, la misión de la ONU (MONUSCO) y el gobierno congoleño firmaron a tal efecto un plan de retirada que no se ha hecho público.

Francia, encargada de esta cuestión en el Consejo de Seguridad, ha preparado una resolución «que aplica este plan de retirada» y que debe ser adoptada antes de que expire el mandato de la misión el 20 de diciembre, afirmó el embajador francés, Nicolas de Rivière. El texto prevé en una primera fase «la retirada de Kivu del Sur el 30 de abril», con «un ajuste correspondiente del límite de tropas», añadió.

En cualquier caso, esta retirada debe ser “gradual y responsable”, insistieron en octubre los miembros del Consejo de Seguridad. «Nos encontramos hoy en un importante punto de inflexión en las relaciones entre las Naciones Unidas y la República Democrática del Congo, pero también en un momento importante para el propio país», subrayó Bintou Keita a pocos días de las elecciones del 20 de diciembre.

Habló de «progresos» en este proceso electoral, a pesar de «importantes desafíos logísticos, financieros y de seguridad», y de los problemas planteados por la oposición en relación con las listas electorales o la «falta de comunicación» sobre los procedimientos electorales.

También expresó preocupación por la “proliferación de desinformación y discursos de odio” en el contexto de la campaña electoral, así como por “intimidaciones y ataques misóginos físicos y verbales” contra las candidatas.

En términos más generales, criticó el aumento «inaceptable» de la violencia de género y de la explotación sexual, que «han alcanzado un nivel alarmante», con «más de 90.000 casos documentados desde principios de año, de los cuales 39.000 en Kivu del Norte».