El ministro de Economía francés consideró este sábado posible que la Unión Europea construya «dentro de cinco años» su propio sistema de inteligencia artificial (IA) generativa que, según él, contribuirá a mejorar la productividad de una economía «lánguida». .
«L’intelligence artificielle générative va nous permettre, pour la première fois depuis plusieurs générations, de retrouver de la productivité, d’être plus efficace», a lancé Bruno Le Maire devant un public conquis aux Rencontres économiques d’Aix-en-Provence , en el sur de Francia. “Abogo, por tanto, antes de sentar las bases para la regulación de la inteligencia artificial, a que innovemos, invirtamos y nos fijemos el objetivo de tener una OpenAI europea dentro de cinco años, con las calculadoras, los científicos y los algoritmos necesarios. Es posible”, agregó. Es la ciencia “la que finalmente nos permitirá ganar productividad en una economía europea algo lánguida”, más “retorcida” que el “TGV”, insistió.
El público en general descubrió el inmenso potencial de los sistemas de inteligencia artificial a fines de 2022 con el lanzamiento del generador de contenido editorial ChatGPT de la empresa californiana OpenAI, que puede escribir ensayos, poemas o traducciones en segundos. Pero la difusión en las redes sociales de imágenes falsas, más reales que la vida, creadas a partir de aplicaciones como Midjourney, ha alertado sobre los riesgos de manipulación de la opinión y los peligros para la democracia.
A mediados de junio, el ministro ya había insistido en la necesidad de que la UE «invirtiera e innovara» para desarrollar sistemas de inteligencia artificial, antes de «regular» las tecnologías estadounidenses, a riesgo de perder su «independencia». El Parlamento Europeo aprobó en junio un borrador de reglamento de IA y la UE espera concluir antes de fin de año el primer reglamento del mundo destinado a regular y proteger la innovación en este sector estratégico.
En un tema completamente diferente, Bruno Le Maire se mostró partidario de que los economistas discutieran sobre la conveniencia de que el Banco Central Europeo (BCE) eleve su meta de inflación del 2% al 3%. “Si los economistas abren este debate (…), ¿por qué no? Sin tabúes, transgresión, así avanzamos”, dijo. El economista Patrick Artus se pronunció el sábado a favor de tal aumento, en particular para permitir a los Estados liberar más margen de maniobra presupuestario y limitar el aumento de su deuda pública.