Le Figaro Niza
Ante la afluencia de inmigrantes en la isla de Lampedusa, donde han desembarcado cerca de 11.500 personas desde el jueves pasado, las autoridades francesas quieren prepararse para intentos de cruzar la frontera y tratamientos más importantes en los próximos días. En este sentido, la prefectura de los Alpes Marítimos está considerando un espacio cerca de Menton para instalar un centro temporal, supo Le Figaro, confirmando informaciones de BFMTV.
Este lunes por la mañana todavía no se ha registrado ni firmado nada, según informan los servicios estatales. «Estamos estudiando qué se puede hacer para prepararnos para más llegadas debido a la situación en Lampedusa», añade la prefectura, aunque desea subrayar que «tal vez esto no vaya a suceder».
Se trata, por tanto, de una “anticipación” para contener la posible explosión de solicitudes. Esto también tendría como objetivo facilitar el tratamiento pero también el regreso a Italia. Desde principios de año, la situación en la frontera franco-italiana sigue siendo tensa a pesar del aumento del número de policías y de la “fuerza fronteriza”. Las instalaciones actuales, ya saturadas, no pudieron soportar una nueva afluencia significativa.
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Se tomará una decisión oficial durante el día, a más tardar el martes, pero «no tomará la forma de una requisa», indica la prefectura de Maralpina. Debería ser un terreno en un estadio de la ciudad limón, o incluso un estacionamiento. En abril, los servicios de la prefectura ya habían requisado un gimnasio, en particular para atender a los menores extranjeros no acompañados (UMA). La ubicación elegida, cerca de la frontera, podría albergar entre 150 y 200 inmigrantes por día. Este espacio sería gestionado por protección civil.
Este anuncio se produce el día en que el Ministro del Interior, Gérald Darmanin, viajará a Roma para discutir con sus homólogos la gestión de esta crisis migratoria. Invitado el lunes al programa matutino de CNews, el inquilino de Beauvau afirmó que Francia iba a «ayudar a Italia a mantener sus fronteras» manteniendo una línea firme respecto a las expulsiones de quienes «no tienen nada que hacer en Europa».