Estados Unidos y Filipinas comenzaron sus maniobras navales conjuntas anuales el lunes 2 de octubre, pocos días después de una disputa entre Beijing y Manila por una barrera flotante instalada cerca de un arrecife en disputa en el Mar de China Meridional.
Más de un millar de marineros participan en estas maniobras, frente a las costas de la capital Manila y al sur de Luzón, la isla principal de Filipinas, que incluyen ejercicios de guerra antisubmarina, entre buques de superficie y ejercicios de guerra electrónica.
El comandante de la Séptima Flota estadounidense, el vicealmirante Karl Thomas, afirmó en una ceremonia inaugural en Manila que los derechos de todas las naciones a proteger su soberanía nacional «están bajo ataque todos los días en alta mar».
China reclama soberanía sobre casi todo el Mar de China Meridional, un importante cruce de rutas comerciales marítimas. Estos reclamos están causando una creciente preocupación entre Washington y sus aliados en la región, ya que Beijing ignoró una sentencia del Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya que dictaminó en 2016 que no había “base legal para que China reclame derechos históricos” sobre la mayoría de los casos. de este mar y sus recursos.
“El orden internacional basado en reglas” que ha garantizado la paz durante décadas ha sido “destrozado y puesto a prueba en beneficio no de todas las naciones sino de una nación”, añadió el vicepresidente almirante Thomas, sin mencionar explícitamente Porcelana.
«No hay mejor manera de garantizar la soberanía y la seguridad que navegar y maniobrar juntos», subrayó. Preguntado a quién se refería, el vicealmirante Thomas respondió durante una rueda de prensa que era importante preservar el derecho a navegar en esta zona «sin tener que preocuparse de ser atacado» o «intimidado».
En las últimas semanas, Pekín ha desplegado lanchas patrulleras para, según Manila, acosar a la guardia costera filipina y a los pescadores.
A finales de septiembre, el presidente Ferdinand Marcos ordenó una operación especial para desmantelar una barrera flotante instalada por China según Manila a la entrada del arrecife de Scarborough, que China tomó el control en 2012 a expensas de Filipinas. Este dispositivo impedía a los pescadores filipinos acceder a esta zona rica en recursos pesqueros.
China respondió “aconsejando a Filipinas que no realizara provocaciones ni creara problemas”. El comandante de la Armada de Filipinas, el vicealmirante Toribio Adaci, destacó que los ejercicios conjuntos permiten estar mejor preparados “para afrontar juntos una serie de amenazas”.
Según responsables de la flota estadounidense, en las maniobras de los próximos doce días participarán el destructor de misiles guiados USS Dewey, un barco de transporte de reabastecimiento de municiones y un avión de patrulla marítima P-8 Poseidon. También participarán una fragata filipina de misiles guiados, un destructor japonés y la fragata de la Armada canadiense HMCS Vancouver.