Levantar barreras aduaneras del 100% a los coches eléctricos chinos es «una gran trampa», afirmó el jueves el jefe del gigante automovilístico Stellantis, Carlos Tavares, dos días después del anuncio de tal medida por parte de Estados Unidos.
«Cuando se pone una burbuja alrededor de un mercado, que puede ser el mercado americano o el mercado europeo, lo primero que se crea es una enorme inflación dentro de la burbuja», estimó en France 2 Carlos Tavares, que dirige un grupo que agrupa a franceses (Peugeot , Citroën), marcas italianas (Fiat, Alfa Romeo, etc.) y también americanas (Chrysler, Dodge). “Y si creas una inflación enorme dentro de la burbuja, socavas el poder adquisitivo de las clases medias (…) y acentúas el atraso tecnológico de los fabricantes que están dentro de la burbuja en relación con los que están en proceso de conquistando el mundo”, continuó el dirigente, entrevistado en el programa “L’Evénement”.
El martes, día en que el presidente estadounidense Joe Biden anunció la cuadriplicación de los derechos de aduana, hasta el 100%, sobre los coches eléctricos chinos, Carlos Tavares formalizó en China una estrategia conjunta con su socio local Leapmotor, al que abrirá las puertas de Europa. Los dos socios han fundado una empresa conjunta que entregará vehículos eléctricos a partir de septiembre en Francia, Italia, Bélgica, Alemania, España y Países Bajos.
La Unión Europea abrió una investigación en septiembre de 2023 sobre las subvenciones concedidas por China a su sector de vehículos eléctricos, acusando a Pekín de distorsionar la competencia. Ante posibles barreras aduaneras, Leapmotor prevé producir eventualmente vehículos en Europa, como BYD, que anunció la construcción de una fábrica en Hungría, o recientemente Chery en España. Esto haría que sus vehículos pudieran optar al bono de compra en Francia, esencial para que la electricidad sea accesible a los conductores de clase media.
Cuando se le preguntó si el acuerdo con Leapmotor no equivalía a “traer al lobo al redil”, Carlos Tavares afirmó que cualquier venta de Leapmotor en Europa se traduciría “en beneficios para Stellantis, que de paso pagará impuestos en Francia y Europa, etc. “Y entonces simplemente tomamos la iniciativa. No esperamos hasta que hubiera fabricantes chinos que fueran lo suficientemente grandes como para comprar fabricantes occidentales”, argumentó.