En tiempos no tan lejanos, un enfrentamiento entre el Inter de Milán y el Atlético de Madrid habría despertado mucho escepticismo en cuanto a goles. Pero los acontecimientos recientes de los dos equipos sugerían un encuentro animado y abierto. Lo fue, pero los goles no fueron muchos. Y es el Inter quien se marcha con la ventaja, validada con una victoria por un margen mínimo en el partido de ida este martes por la noche (1-0).

Merecida ventaja para los locales, que tuvieron el control del balón y un sinfín de ocasiones claras. Pero la inusitada torpeza de su capitán Lautaro Martínez, ejemplo de abnegación y falta de remate (32, 34, 39, 46, 77), retrasó mucho el plazo para los visitantes. Peligrosos en breves secuencias, alrededor de la media hora y luego de la hora, los Colchoneros casi se quedan atrás en el gong, con un cabezazo de Álvaro Morata (89), pero un empate hubiera sido un milagro. Porque antes, Marko Arnautovic, el héroe inesperado de Giuseppe Meazza, entregó un estadio entero como oportunista (79º).

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Aunque suplente en el saque inicial, el austriaco se encaminó directamente hacia una noche de pesadilla. Entrando en pista en el descanso para sustituir a Marcus Thuram, afectado en los aductores tras un primer periodo interesante, el veterano (34 años) destacó… a su costa, culpa de fallos a veces sin sentido (48º, 51º, 63º) . Tanto es así que desde las curvas interiores bajaban pitos con cada toque de balón. Un cuarto de hora más tarde, el exjugador del Bolonia cambiará el rumbo de la velada.

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Enfrente, los madrileños difícilmente podían esperar algo mejor (5 tiros, 0 a portería), como Antoine Griezmann, que se mostró discreto porque estaba demasiado amordazado. Golpeado en el tobillo, el número 7 de los Bleus incluso salió lesionado… un minuto antes del gol local. Noche sin, por tanto, para el conjunto de Diego Simeone, en una situación desafortunada antes de la vuelta, donde aún quedan motivos de esperanza ante la pequeña diferencia que separaba a los dos equipos este martes.