Los elementos lingüísticos ya están listos en caso de que el martes por la noche se salga de la pista (lo que no esperamos). El “nuevo proyecto” del PSG vendido el verano pasado requiere tiempo, paciencia y, por tanto, cierta indulgencia. Desde la marcha de los malvados Messi, Neymar o Verratti, la Liga de Campeones, objeto de fantasía de los qataríes desde su llegada, ya no sería una prioridad. A partir de ahora, París construye, se prepara para el futuro y se imagina a sí misma, un día -pero no inmediatamente- marchando hacia Europa. Luis Enrique incluso asegura que su equipo será mejor la próxima temporada. Esto ya debería haber sido así en febrero…
Olvídate de la ostentación y de las estrellas, deja paso a la seriedad, a la gente trabajadora, al espíritu colectivo y a un verdadero equipo. París ha pasado página del pasado. Esta es la promesa del verano. Sin olvidar los 95 y 60 millones de euros invertidos en Randal Kolo Muani y Manuel Ugarte, que no jugaron ni un minuto en el partido de ida de cuartos de final de la C1 el pasado miércoles. Por el momento, el PSG ha gastado de manera diferente pero no necesariamente mejor. Por supuesto, no habría nada deshonroso en perder contra el FC Barcelona, incluso si este equipo desciende a 8 puntos del Real Madrid en Liga, fue barrido en la Supercopa de España (4-1, todavía contra el Real) y eliminado en cuartos de final de la Copa del Rey por el Bilbao (4-2). El PSG se inclinaría ante un monstruo…
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Pero cuando tienes en tus filas a Kylian Mbappé, el mejor jugador del mundo actualmente, y te has gastado más de 400M€ en el mercado de fichajes (Kolo Muani 95M€, Ramos 65M€, Dembélé 50M€, Barcola y L. Hernandez € 45M, Lee 22M€, Beraldo 20M€…) y que evites al Real Madrid, al Manchester City o incluso al Bayern Munich hasta la final del C1, después de haber heredado a la Real Sociedad en octavos de final habiendo quedado 2º de grupo, eso sí, un La eliminación en cuartos de final ante un Barça alejado de sus años de prosperidad sería un fiasco. (Bautista Desprez)
Al inicio de temporada, ¿quién hubiera apostado por una epopeya de este PSG ampliamente renovado y rejuvenecido más allá de los cuartos de final? No mucha gente. Sin embargo, la serie de 27 partidos sin derrota, un clima tranquilo y un empate aparentemente asequible han despertado las mayores esperanzas. Sorteo asequible para… los cuatro equipos de la clasificación del PSG, entre ellos Atlético, Dortmund y por tanto el Barça, que ha encontrado color desde el anuncio de la marcha de Xavi a finales de enero, y que se mantiene con seis victorias de rango, incluido un triunfo por 3-0 en el campo del Atlético. Ya no es el moribundo FC Barcelona del inicio de temporada. Chicos como Lewandowski, Ter Stegen y De Jong también serían titulares cada jornada en el PSG, Pedri, Araujo, Koundé, Raphinha, Yamal y Cancelo también podrían reclamarlo.
En definitiva, la eliminación representaría un fracaso, una decepción, una tristeza, eso es seguro. Un fiasco, no. El PSG ha cambiado de software desde el verano pasado. De todos modos, la oportunidad sería genial para hacer un gran movimiento para aprovechar la última temporada de Kylian Mbappé. Quizás así sea, ¿quién sabe? De lo contrario, la Tierra no dejaría de girar. Y París pensaría en su final de temporada, en el título que ya le prometen en la Ligue 1 y en la Copa de Francia, antes de pensar en la era post-Mbappé. “La próxima temporada tendremos un mejor equipo”, jura Luis Enrique. ¿Polluelo? Lo importante será salir de Barcelona sin remordimientos. (Descuento de Christophe)