OM están sonriendo de nuevo en casa. Atrapado en una racha de cinco partidos consecutivos sin ganar en el Vélodrome, el conjunto marsellés dejó las cosas claras al imponerse al Troyes (3-1). Un éxito autoritario y preciado que le permite superar a Lens y recuperar el codiciado segundo puesto del ranking.

Para este partido desequilibrado sobre el papel, Igor Tudor tiene reservadas varias sorpresas en su once titular, con la permanencia de Kaboré y Vitinha. Este último se apresuró a validar las elecciones de su entrenador. Mudo desde su llegada este invierno, el delantero portugués desbloqueó su contra desde el inicio, en el corazón de una desfasada defensa del Aube (1-0, 2º). Lanzado idealmente, OM dominó escandalosamente los debates, contra los troyanos que eran demasiado limitados. Las ocasiones se sucedieron rápidamente, pero no fue hasta el final del primer tiempo que los foceanos duplicaron la ventaja. Tras mucho trabajo de Rongier, omnipresente en el medio, Under se tomó su tiempo para engañar a Gallon (2-0, 40º).

el doble de Vitinha

Perdido desde la post-Copa del Mundo y rezagado en la carrera por mantenerse, a diez puntos del primer no descenso, Troyes nunca encontró los recursos para preocupar al Marsella que sigue dominando en el regreso del vestuario. Con control total, las olímpicas se desenrollaron y ampliaron la brecha sin forzar. Vitinha, muy presente en el partido, se ofreció a sí mismo el doblete, tras un cabezazo de Gigot desviado por el poste (3-0, 64º). Superior en todos los aspectos, el OM finalmente se fue abajo en los últimos minutos, pero la reducción de distancia de Baldé en el tiempo añadido quedó anecdótica (3-1, 90º 1).

Ahora el delfín de un PSG fuera de alcance, OM tiene una ventaja inicial sobre Lens y tres sobre Mónaco. Ahora quedan siete partidos para que los atletas olímpicos mantengan esta posición. Un sprint final que promete dejar sin aliento dados los desafíos. Y el calendario. Los marselleses viajarán el próximo domingo al Groupama Stadium para enfrentarse al rival del Lyon. La adversidad debería ser mucho más dura.