Multas ilimitadas para los contaminadores: Londres anunció este miércoles su intención de eliminar el techo de las sanciones administrativas, fijado ahora en 250.000 libras (294.000 euros), en un momento en que las empresas de agua son señaladas por verter aguas residuales al medio ambiente. “Los contaminadores todavía tienen que pagar. Estamos eliminando el techo de las sanciones administrativas y ampliando considerablemente su alcance para abordar una gama mucho más amplia de delitos”, anunció la ministra de Medio Ambiente, Thérèse Coffey, en un comunicado de prensa.

La Agencia Medioambiental británica y Natural England, dos organismos públicos, podrán actuar sin pasar por “procesos penales largos y costosos, aunque los casos más graves” siempre se llevarán ante los tribunales, asegura el Gobierno en esta nota de prensa. El proyecto de ley no sólo atañe a las empresas de tratamiento de aguas, sino también a otros sectores de actividad potencialmente contaminantes como la gestión de residuos o las incineradoras, precisa el ejecutivo.

Pero el sector del agua ha estado bajo fuego durante varios años por el vertido de grandes cantidades de aguas residuales a los ríos y al mar, debido en particular a la falta de inversión en la red de alcantarillado que data de la época victoriana (finales del siglo XIX). . Mejorar la infraestructura costará miles de millones de libras, ya que las empresas del sector del Reino Unido han acumulado más de 60.000 millones de libras esterlinas en deuda desde que fueron privatizadas en 1989 bajo Margaret Thatcher.

El proveedor de agua del área de Londres, Thames Water, fue multado con 3,3 millones de libras (3,9 millones de euros) la semana pasada por contaminar las vías fluviales y provocó la muerte de más de 1.000 peces. Cargada de deuda, esta compañía cuya situación financiera preocupa incluso al gobierno británico, anunció este lunes una nueva financiación de sus accionistas por 750 millones de libras para 2025. Es menos de los mil millones de libras que pretendía obtener, y la compañía dijo que prevé necesidades adicionales de alrededor de 2.500 millones de libras para el período 2025-2030.

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El gobierno británico dijo que estaba listo, a fines de junio, para cualquier escenario, ante las preocupaciones sobre la salud financiera de la compañía de agua más grande del Reino Unido, que atiende a 15 millones de clientes en Londres y en el valle del Támesis. Según la prensa, el gobierno está trabajando en particular en un plan de emergencia que le permitiría, en caso necesario, recuperar el control de Thames Water a través de un régimen de “administración especial”. Sin embargo, el ejecutivo había asegurado que “el sector en su conjunto es resistente financieramente” y que el suministro de agua “está protegido”.