Mientras la inflación sacude las carteras de los quebequenses, el aumento de los alquileres y los desalojos se están imponiendo más rápidamente.
En su informe Mudarse: una pesadilla para los inquilinos, una oportunidad de ensueño para los propietarios, el Reagrupamiento de comités de alojamiento y asociaciones de inquilinos de Québec (RCLALQ) hace sonar la alarma ante un mercado de alquiler “completamente desequilibrado”.
Muestra que las grandes ciudades de Quebec no se libran del aumento sostenido de los alquileres que ha aumentado en los últimos años.
Los datos muestran que entre 2020 y 2024, los alquileres de las viviendas disponibles aumentaron un 50% en Trois-Rivières o un 27% en Montreal. Durante el mismo período, la inflación aumentó un 17%.
El RCLALQ insiste en que aumentar la oferta de viviendas no resuelve la crisis que golpea a la provincia, porque las unidades residenciales de nueva construcción pueden exigir alquileres elevados. Esta es una visión compartida por el Frente de Acción Popular en el Redesarrollo Urbano (FRAPRU).
El Instituto de Investigación e Información Socioeconómica (IRIS) respalda esta observación en su último informe demostrando que el número de viviendas terminadas en Quebec supera en la mayoría de los casos el crecimiento del número de hogares.
«No es una simple cuestión de oferta y luego demanda, y mientras tomemos el problema así, iremos en la dirección equivocada», explica Cédric Dussault, coportavoz del RCLALQ.
Según él, estas cifras muestran la necesidad de imponer control sobre los alquileres, especialmente cuando se trata de cambios de inquilinos. “Pedimos medidas de control de alquileres, porque hasta que las implementemos, los alquileres seguirán aumentando más rápido que la inflación. »
El informe del RCLALQ también constata un aumento significativo de los casos de desalojo forzoso. Estos han aumentado un 132% en el último año.
Aunque el RCLALQ ha registrado 3.531 casos de desalojos forzosos con sus distintos comités de vivienda, esta cifra parece ser sólo la punta del iceberg.
Aunque la Ministra responsable de la Vivienda, Francia-Élaine Duranceau, anunció su deseo de establecer una moratoria de los desalojos por un período de tres años, Cédric Dussault lamenta que esta última no tenga en cuenta todos los tipos de desalojo.
Denuncia en particular los «desalojos fraudulentos», que representan «la mayoría» de los desahucios. Cédric Dussault menciona, por ejemplo, la presión indebida sobre los inquilinos para obligarlos a abandonar su alojamiento o la negativa de algunos propietarios a realizar reparaciones para empujarlos hacia la puerta.