¿Deberíamos imponer un tratamiento adelgazante a los coches? La anchura de los vehículos nuevos vendidos en Europa aumenta casi un centímetro cada dos años, revela un estudio de la ONG Transportes

La anchura media de un vehículo nuevo supera actualmente los 180 cm, calculan los autores del estudio, que están especialmente preocupados por las crecientes dificultades para aparcar. Esta anchura media es ahora superior a la anchura mínima de una plaza de aparcamiento paralela a la calle en París (180 cm), por ejemplo. Esto no es mucho mejor para las filas de asientos, que en Francia deben medir al menos 230 cm de ancho: en un vehículo de tamaño medio, apenas quedan 25 cm a cada lado para abrir las puertas y salir del habitáculo.

Estos vehículos cada vez más anchos invaden los espacios de circulación de otros usuarios de la vía, en particular los ciclistas, que tienen así cada vez menos espacio entre los vehículos estacionados al costado y los que ocupan el carril para circular respetando las distancias de seguridad. Sin mencionar que un vehículo más grande significa menor visibilidad para otros usuarios, desde peatones hasta automovilistas que conducen modelos de tamaño más convencional.

Por supuesto, podríamos ampliar las plazas de aparcamiento para adaptarlas a los coches nuevos. Pero esto «incrementaría el precio» del aparcamiento, advierten los autores del estudio, porque el espacio sería menos rentable. Varias ciudades han decidido enfrentarse a los SUV haciéndoles pagar más por el aparcamiento: Lyon lo ha prometido, París consultará a sus habitantes sobre esta cuestión el 4 de febrero. Una forma también para que los funcionarios electos señalen con el dedo estos grandes modelos criticados por su impacto ambiental.

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Este crecimiento interminable de los automóviles ya ha sido documentado por numerosos estudios: son cada vez más anchos, más largos, más altos y más pesados. Más de 1,2 toneladas en 2022 de media, frente a los 953 kg de 1990, según Ademe.

Su tamaño «evoluciona con el de los franceses» y su anchura «crece para adaptarse a las necesidades de sillas de coche y de seguridad», justificó en noviembre, ante Figaro, Pierre Chasseray, delegado general de la asociación de 40 millones de automovilistas. Para el ingeniero de transportes y autor de La fiebre del coche eléctrico, Laurent Castaignède, son más bien los fabricantes quienes han remodelado el mercado para vender estos vehículos «con los que obtienen sus mayores márgenes», con mucha publicidad. En 2019, el 42% del gasto publicitario del sector se dedicó a modelos SUV, según un estudio de WWF a partir de cifras de Kantar.

El SUV también se ha convertido en una demostración de éxito, subraya el investigador, añadiendo que otros “se suben a él por mimetismo, porque les tienen miedo en su pequeño vehículo y quieren sentirse más seguros”. La aseguradora suiza Axa, sin embargo, estimó que en 2019 sus asegurados de SUV causaron “un 10% más de daños por responsabilidad civil [que involucran a un tercero, nota del editor] que otros turismos”.

Esta tendencia a la ampliación «continuará sin regulación» por parte de la Unión Europea, creen los autores del estudio, que piden que se establezca un nuevo límite de tamaño para los futuros vehículos comercializados en el Viejo Continente. Hoy en día pueden medir hasta 255 cm de ancho.