Los funcionarios electos de Lorena se reunieron el jueves por la noche para proclamar su oposición a una reunión evangélica de viajeros prevista para septiembre en Moselle, habiendo elegido el gobierno trasladar esta manifestación que inicialmente iba a tener lugar en Loiret.

Interrogada por funcionarios electos locales, la primera ministra Elisabeth Borne acordó trasladar esta reunión de Nevoy (Loiret) a Grostenquin en Moselle, según supo AFP el martes de fuentes concordantes. Este segundo evento anual de la asociación Vie et Lumière tendrá lugar del 3 al 10 de septiembre en una base aérea en desuso.

Para “organizar la respuesta”, el presidente de la comunidad de aglomeración de Saint-Avold, Salvatore Coscarella, reunió a los alcaldes de la aglomeración. “Este evento, que reúne a cerca de 40.000 personas y que ya ha tenido lugar tres veces en 2006, 2015 y 2017, ya no se suponía que volvería a suceder en este lugar, como ex primer ministro Edouard Philippe”, lamentó. El alcalde de Grostenquin, Patrick Seichepine, dijo estar «decepcionado» por el anuncio, que vio como una «traición»: «Tienes que vivirlo para entenderlo, cuando están alrededor de tu casa. Temo por mi familia”.

Otros cargos electos mencionaron numerosas “quejas por daños, amenazas a personas y robos” de sus conciudadanos, “las desastrosas consecuencias para el sitio clasificado como Zona Natura 2000” así como para los municipios circundantes. Salvatore Coscarella dijo que había emitido un decreto que prohibía «el estacionamiento de casas móviles» en toda la aglomeración, a excepción de las áreas de recepción abiertas para este fin. Il a promis d’écrire une lettre ouverte à Elisabeth Borne «pour qu’elle essaye de nous recevoir avec une délégation», ainsi qu’au président Emmanuel Macron, au ministre de l’Intérieur Gérald Darmanin et à l’Association des maires de Francia.

En mayo, Vie et Lumière organizó su primer evento anual en su propio terreno, en Loiret. La manifestación reunió a cerca de 40.000 personas, casi el doble que en años anteriores. El organizador del evento, el pastor Joseph Charpentier, aseguró que los costos del evento serían cubiertos en su totalidad por su asociación. “Siempre es desagradable y no es aceptable tampoco ser rechazado por ciertos funcionarios electos, nunca ser bien recibido en las comunas. Pero es algo que experimentamos todos los días, todos los viajeros en Francia», dijo a France Bleu.