Las oposiciones infligieron un revés simbólico al bando presidencial, al rechazar, el viernes 20 de octubre en comisión, el proyecto de presupuesto de la Seguridad Social para 2024, prometido ser adoptado la próxima semana en el hemiciclo mediante un nuevo recurso al 49,3. Ante este rechazo global, los artículos que fijaban los objetivos de gasto de las distintas ramas de la Seguridad Social habían sido eliminados sucesivamente, bajo el fuego cruzado de los grupos de oposición.

«Su presupuesto no es sincero», lanzó el diputado ecologista Sébastien Peytavie, apuntando en particular a un objetivo de evolución del gasto en seguros de enfermedad (3,2%) considerado insuficiente y unas previsiones consideradas poco realistas en vista de las necesidades y de la inflación. Al unísono, los grupos de izquierda también lamentaron la insuficiencia de medidas para el cuidado de las personas dependientes.

«La cuenta no está ahí», añadió el diputado de LR Yannick Neuder, subrayando que «todos los actores, públicos y privados, hacen la misma observación» sobre la insuficiencia de recursos para el sector hospitalario.

“Estoy un poco sorprendida”, respondió la ponente del proyecto de ley de financiación de la Seguridad Social (PLFSS), Stéphanie Rist, destacando que las enmiendas adoptadas durante la semana permitieron mejorar algunas disposiciones. Su colega del Renacimiento, Marc Ferracci, criticó a las oposiciones “por lamentar, por un lado, que no haya suficientes debates y, por otro, enviar todas las señales necesarias para que el 49,3 llegue muy rápidamente”.

El bando presidencial no oculta en absoluto el uso previsto de esta herramienta constitucional, que permite la adopción sin votación, salvo un voto de censura. El gobierno tendrá entonces la opción de elegir qué enmiendas mantendrá o no en el texto.

“Espero que el gobierno nos permita debatir, espero que tengamos debates ricos en el hemiciclo”, afirmó la diputada RN Laure Lavalette. El presupuesto de la Seguridad Social «no puede ser presentado por el Gobierno en su forma inicial en una sesión pública la próxima semana», afirmó el grupo comunista tras el rechazo en comisión.

El objetivo del Gobierno es, en particular, ahorrar 3.500 millones de euros en gastos en el sector sanitario. Pretende alcanzar este objetivo, en particular, reduciendo el gasto en medicamentos, laboratorios de análisis y bajas por enfermedad, y la lucha contra el fraude. Son estos gastos sanitarios los que pesan principalmente sobre las cuentas de la Seguridad Social, cuyo déficit se revisa al alza hasta 8,8 mil millones de euros en 2023 y luego hasta 11,2 mil millones en 2024 según las previsiones del PLFSS.