Se descubrieron “elementos” durante excavaciones en Portugal como parte de la investigación sobre la desaparición de la pequeña Madeleine McCann en 2007, pero quizás no tengan relación con el caso, dijo el jueves 1 de junio la fiscalía desde Brunswick (Alemania).

La policía portuguesa realizó excavaciones durante tres días a finales de mayo cerca de un embalse de agua en Silves, localidad de la turística región del Algarve (sur de Portugal), a petición de las autoridades alemanas.

“Algunos artículos fueron incautados como parte de esta operación. Estos serán analizados en los próximos días y semanas», dijo la fiscalía alemana en un comunicado, y agregó que «todavía es demasiado pronto» para determinar si están relacionados con el caso. “La investigación realizada en Brunswick sobre el sospechoso de 46 años probablemente continuará durante mucho tiempo”, advierte la fiscalía. Este hombre, que cumple condena en prisión en Alemania por la violación de una estadounidense de 72 años en 2005 en Portugal, fue identificado en 2020 por investigadores alemanes como Christian Brueckner, un pedófilo reincidente que vivió varios años en el Algarve.

Leer tambiénCaso Maddie McCann: una mirada retrospectiva a quince años de idas y venidas

Según los medios portugueses, los investigadores habrían recogido durante las excavaciones muestras de suelo y recogido varios jirones de tela encontrados en el lugar. También según la prensa local, la policía buscaba una manta rosa o el pijama que llevaba Maddie la noche que desapareció. La región de la presa de Arade, ubicada a unos cincuenta kilómetros del lugar de la desaparición de «Maddie», ya había sido peinada en 2008, incluso por buzos que solo encontraron restos de animales. Según los medios locales, el sospechoso alemán iba allí con regularidad y describió el lugar como su “pequeño paraíso”.

Madeleine McCann desapareció el 3 de mayo de 2007 de la habitación de un complejo hotelero en Praia da Luz, un pequeño balneario del Algarve donde estaba de vacaciones con su familia, mientras sus padres cenaban con amigos en un restaurante cercano. La desaparición de la niña británica ha dado lugar a una excepcional campaña internacional liderada por Kate y Gerry McCann para intentar encontrarla, y sigue siendo uno de los grandes enigmas criminales de los últimos años.