La junta gobernante en Malí anunció este viernes la celebración del referéndum sobre una nueva Constitución el 18 de junio, un hito importante pero retrasado hacia el regreso de los civiles al frente de este país enfrentado al yihadismo y a una profunda crisis multifacética.
El referéndum estaba originalmente programado para el 19 de marzo, pero se pospuso indefinidamente.
“El colegio electoral se convoca el domingo 18 de junio de 2023 en todo el territorio nacional y en las misiones diplomáticas y consulares de la República de Malí a fin de pronunciarse sobre el proyecto de Constitución”, indica un decreto leído en televisión nacional por el portavoz del Gobierno. , Coronel Abdoulaye Maïga. Los miembros de las fuerzas de seguridad votarán por adelantado el 11 de junio, se especifica.
Este referéndum es el primer paso validado por la votación de un calendario de consultas y reformas que los propios coroneles comunicaron y que debe conducir a elecciones en febrero de 2024 con miras a la vuelta de los civiles a los negocios.
Al posponer el referéndum, los soldados que llegaron al poder por la fuerza en agosto de 2020 incumplieron un primer plazo significativo y alimentaron las dudas sobre si el cronograma se respetó por completo. La junta minimizó este retraso y aseguró que respetaría sus compromisos. «Los votantes tendrán que responder sí o no a la siguiente pregunta, y cito: ‘¿Usted aprueba el proyecto de Constitución?’, fin de la cita», dijo el vocero.
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Los electores tendrán la opción entre boleta blanca para el sí y roja para el no, estipula el decreto. La campaña se abrirá el 2 de junio a las 00:00 (hora local) y finalizará el 16 de junio a la medianoche. “El plazo sigue siendo la fecha en que pudimos negociar con la CEDEAO (la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental) y el Jefe de Estado se compromete firmemente a respetar esta fecha” de 2024, había dicho el coronel Maïga al formalizar el aplazamiento de la referéndum en marzo.
El calendario elaborado por la junta y el compromiso asumido por esta de ceder en marzo de 2024 tras las elecciones de febrero habían convencido a la CEDEAO en julio de 2022 de levantar un fuerte régimen de sanciones comerciales y financieras infligido a Malí, un país pobre y sin salida al mar, azotado por la recesión económica además de la inseguridad.
La CEDEAO, enfrentada desde el primer golpe de los coroneles malienses en agosto de 2020 con una serie de golpes en la subregión, había tomado estas medidas de represalia en enero de 2022 cuando los militares planeaban quedarse hasta cinco años. La junta justificó el aplazamiento del referéndum por el tiempo necesario para la instalación en el territorio de las representaciones del órgano de gestión electoral y por el afán de popularizar el texto constitucional.
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Esta Constitución es un elemento clave del vasto proyecto de reformas invocado por los militares para justificar seguir gobernando hasta 2024. El proyecto fortalece significativamente el poder del presidente. En la nueva Constitución, es el presidente quien “determina la política de la Nación”, y ya no el gobierno; el presidente nombra al primer ministro ya los ministros y pone fin a sus funciones. El Presidente puede disolver la Asamblea Nacional.
Mali ha estado azotado desde 2012 por la expansión del yihadismo y la violencia de todo tipo. La junta expulsó a los soldados franceses en 2022 en un clima de gran acritud y se volvió militar y políticamente hacia Rusia.