Le Figaro Marsella

Cuando estaba en la oposición, era uno de sus favoritos. En las redes sociales, en el hemiciclo, y poco después de tomar las riendas de la segunda ciudad de Francia, el ex socialista Benoît Payan lo proclamó alto y claro: con él, las reglas entre OM y la ciudad cambiarían. Y en particular la cuestión del alquiler que el club de fútbol paga cada año al municipio.

De hecho, OM es el inquilino del Vélodrome, propiedad de la ciudad. El estadio es el centro de una asociación público-privada (APP) creada en 2010 por el ex alcalde de LR, Jean-Claude Gaudin, para renovar el estadio en preparación para la Eurocopa 2016. Hasta ahora, el Olympique de Marsella pagaba un alquiler de entre entre 5 y 6 millones de euros, una ínfima parte del coste total de esta infraestructura para la ciudad. “Los marselleses y los marselleses no tienen que pagar por el señor McCourt”, proclamó nuevamente el concejal en 2022, consciente de las dificultades financieras de su ciudad, cuyas deudas alcanzan los miles de euros.

Un desastre financiero también señalado desde hace tiempo por la cámara de cuentas regional, que recomienda un alquiler de 8 millones de euros al año para reequilibrar las cosas. Así, el pasado mes de diciembre, el comunicado de prensa enviado por el ayuntamiento se proclamaba victorioso. Y con razón: como exige la cámara regional, desde el 1 de enero la parte fija de este alquiler asciende efectivamente a 8 millones de euros. “La ciudad de Marsella y el Olympique de Marsella trabajaron con mucho rigor para obtener un alquiler más equilibrado para la provisión del Stade Vélodrome en interés de los marselleses”, se alegra el alcalde en el texto.

Pero durante la reunión del consejo municipal del 15 de diciembre, en la que se registró la adopción de esta nueva convención trienal, la oposición reaccionó. De hecho, el “rigor” de esta negociación parece bastante relativo. Ya el artículo 20 estipula que este alquiler se acordó “teniendo en cuenta la participación prevista del Club en la fase de grupos de la Liga de Campeones de la UEFA”. ¿Y qué pasará si el OM no logra este objetivo deportivo, cuanto menos incierto?

“En comparación con otras convenciones, hubo que copiar y pegar”, explica Joël Canicave, teniente de alcalde encargado de finanzas. Y entonces apareció este artículo que decía que el OM participará en la Liga de Campeones. Pero eso sí, aunque el OM no esté en la Champions, la parte fija del alquiler seguirá siendo de 8 millones de euros. Cuestionado sobre este punto, el club marsellés asegura que «no habrá ningún cambio si OM no logra este objetivo», y precisa que «la variación de los ingresos del OM se capta a través del alquiler de la parte variable».

Otro punto no deja de cuestionar a la oposición. Para esta parte variable del alquiler, hasta ahora el cálculo se basaba en el volumen de negocios. Sin embargo, el nuevo convenio prevé ahora un cálculo basado en los ingresos brutos de explotación. Un indicador que es automáticamente más débil que el volumen de negocios y que, además, son datos declarativos que ningún auditor está obligado a verificar.

Leer tambiénLigue 1: aumentará el alquiler del OM para el Vélodrome

“El diablo, es cierto, está en los detalles”, reconoce Joël Canicave. La ciudad quería que la parte variable se calculara sobre la facturación, y existe una definición un tanto extraña de facturación como RBE. ¡Pero lo que cuenta es el volumen de negocios!”

“En algún momento, el folklore marsellés tiene una buena espalda”, lamenta una fuente cercana al asunto. No podemos pretender que se trata del volumen de negocios cuando está escrito que es el resultado bruto de explotación. La verdad es que la ciudad mostró amateurismo y muy mala negociación. ¡Y en lugar de asumir la responsabilidad, finge haber obtenido una victoria política! “Todo esto es totalmente aproximado”, lamenta el opositor Julien Ruas, concejal municipal de LR. La convención está plagada de errores materiales y de definición, hasta el punto de que me pregunto si pasará el control de legalidad”.

Interrogado sobre este punto, Joël Canicave indica “no haber recibido hasta la fecha ninguna respuesta de la prefectura, que tiene dos meses para hacer sus comentarios”. Durante el último consejo municipal, en el Espace Bargemon, el propio Benoît Payan admitió “errores materiales”. “Hay que corregirlos y se corregirán”, aseguró el alcalde de Marsella. Me atengo a lo que negocié con el presidente del Olympique de Marsella, al intercambio de cartas que tuvimos”.