La noche del 1 al 2 de julio, en medio de los disturbios, Hedi, de 22 años, se cruzó con policías del Bac de Marseille, a quienes acusa de haberlo agredido y dado por muerto. Después de recibir un disparo de LBD esa noche, le extirparon parte del cráneo, una intervención necesaria para salvarlo.
Consultado este lunes 31 de julio por BFMTV sobre su reporte a la función policial, el joven dijo que no responsabiliza a la policía en su conjunto. “Culpo a este grupo de individuos”, insistió, señalando “ciertas ovejas negras que hay que quitar del rebaño”. Hedi también subraya la «importancia» de la función policial en Francia, donde indica que «todavía se siente seguro».
Un total de cuatro miembros de la Brigada Anticrimen de Marsella fueron procesados en este caso por violencia en una reunión de una persona con autoridad pública con el uso o la amenaza de un arma con resultado de ITT (incapacidad total para el trabajo) superior a ocho. días. “Yo confío en la justicia, sé que hará su trabajo, confío en ella”, agregó el joven, quien se desempeñaba como mesero, lamentando de paso no haber recibido “ningún apoyo del Estado”.
El director general de la policía nacional, Frédéric Veaux, había declarado que «antes de un posible juicio, un policía no tiene lugar en prisión» en referencia a uno de los cuatro acusados puestos en prisión preventiva por un juez. “Hubiera sido bueno traernos un sentido de compasión como lo trajeron a las fuerzas del orden”, comentó Hedi el lunes.
El jueves por la mañana, la sala de instrucción del Tribunal de Apelación de Aix-en-Provence debe estudiar el recurso presentado por este policía de Bac, que impugnó su prisión preventiva. Los otros tres policías acusados fueron puestos bajo supervisión judicial.