Le Figaro Burdeos

Este es un cambio que las futuras mamás habrían hecho bien durante los últimos días de su embarazo. Melyssa vive a cinco minutos de la maternidad de Sarlat-la-Canéda (Dordoña), en el centro hospitalario Jean Leclaire. Su mandato está previsto para el 19 de abril y debía acudir al hospital donde nacieron sus dos primeros hijos. Sin embargo, este martes, el hospital le advirtió que por falta de personal no podía dar a luz en Sarlat, sino que tendría que ir a Périgueux, a más de una hora en coche. El mismo anuncio se hizo a una veintena de futuras madres, cuyo término se acerca. «En una hora de viaje, todavía estamos a tiempo de tener un problema», teme Melyssa. “Es preocupante, nos dijeron que llamáramos al Samu a la menor alerta, pero tenemos miedo de llamarlos por nada”.

«Saber que voy a tener que dar a luz en una sala de maternidad donde nunca he estado, crea un poco más de preguntas y ansiedad», admite Melyssa. “Conocemos a casi todo el equipo de Sarlat y con el seguimiento del embarazo nos acostumbramos al personal de enfermería”, explica, hablando también del “estrés” ante la idea de tener que encargarnos del traslado de su historial médico. Aunque su tercer embarazo se considera de riesgo por una flebitis, es sobre todo la situación en el hospital lo que le preocupa. “Todavía no estoy enojada, porque no me han informado sobre el cierre de la sala de maternidad, sino sobre un problema de personal”, explica. Pero si se registrara un cierre definitivo para esta maternidad, «sería catastrófico para Sarlat», un pueblo de unos 10.000 habitantes, en el corazón del Périgord Noir.

Leer tambiénPequeñas maternidades amenazadas: el desafío de conciliar seguridad y proximidad

En este sentido, la Agencia Regional de Salud (ARS) de Nueva Aquitania quiere ser tranquilizadora, recordando que “la existencia de un hospital de maternidad en Sarlat no está en duda, corresponde a una necesidad de la población, se debe hacer todo lo posible para mantener él». Este cierre se debe a la escasez de personal. El establecimiento «carece de varios pediatras y ginecólogos-obstetras y, por lo tanto, no puede brindar una atención segura y de calidad las 24 horas para los partos», lo que obligó a la ARS a reorganizar los partos a partir de abril. Las salas de maternidad de Périgueux y Bergerac permanecen abiertas, pero a partir de este miércoles 29 de marzo, la de Sarlat solo funcionará como centro perinatal local. “Para facilitar sus últimos días de embarazo, las futuras madres podrán beneficiarse de transporte y alojamiento en un hotel durante cinco noches, cerca de la sala de maternidad donde habrán elegido dar a luz”, especifica la ARS.

Este cierre también está vinculado a la aplicación de una ley de trabajo temporal, que limita el salario de los trabajadores temporales. Mientras que la tasa de médicos interinos varía entre 35 y 60% a nivel nacional, es de 54 a 100% en la maternidad de Sarlat, especifica la ARS. Para Nicole Marty, presidenta del Comité de Defensa del Hospital Público y la Maternidad de Sarlat, mientras no se hayan realizado contrataciones permanentes, este cierre, incluso anunciado como temporal, es, por lo tanto, de mal augurio. Según ella, esta decisión tiende a la transformación de las maternidades rurales en simples centros perinatales. Si bien Sarlat recibió alrededor de 300 nacimientos el año pasado, a Nicole Marty le resulta «impensable imaginar que todas estas madres tendrán que ponerse en camino».

En la zona rural y turística que es Sarladais, “el hospital de Sarlat es geográficamente imprescindible”, añade el presidente de la asociación, recordando que la maternidad ya se había cerrado en 2021, y que la unidad de cuidados intensivos le ha puesto definitivamente la llave bajo la puerta en 2012. “Luchamos para que, desde el nacimiento hasta la muerte, tengamos un servicio público de calidad y de proximidad”, explica finalmente Nicole Marty. Por ello, se organiza un mitin este jueves frente al hospital, a las 15.00 horas, para denunciar este cierre.