El grupo Servier, que comercializa Mediator, un medicamento utilizado como supresor del apetito acusado de haber causado graves daños cardiovasculares, fue condenado el miércoles en apelación a una multa total de más de 9 millones de euros y a reembolsar más de 415 millones de euros a la Seguridad Social y organizaciones mutuales. El grupo farmacéutico fue declarado culpable de todos los delitos que se le imputaban, incluidos los delitos de “fraude” y “obtención de marketing desleal” de los que fue absuelto en primera instancia.

El tribunal de apelación confirmó la culpabilidad de Servier por los delitos de «engaño agravado» y «homicidio y lesiones involuntarias». Las seis empresas que integran el grupo Servier fueron condenadas, en total, a multas por importe de 9.173 millones de euros.

Jean-Philippe Seta, ex mano derecha del todopoderoso fundador del grupo Jacques Servier (fallecido en 2014) y única persona física acusada en el juicio de apelación, fue condenado a 4 años de prisión, incluido un año de prisión. cumplió con brazalete electrónico y una multa total de casi 90.000 euros. El tribunal no atendió las exigencias de la fiscalía, que pedían la confiscación de los beneficios de Servier vinculados a Mediator, es decir, 182 millones de euros, alegando que con ello se corría el riesgo de «poner en peligro al grupo».

Pero, en lo que respecta a las cajas de enfermedad y a las mutuas, el tribunal condenó a Servier a pagarles la suma de más de 415 millones de euros por daños económicos, más de un millón de euros por daños por desorganización y más de 5 millones de euros en costas procesales. «Se trata de una gran victoria para las víctimas que represento y defiendo desde la primera denuncia en noviembre de 2010», comentó Charles-Joseph Oudin, uno de los abogados de las más de 7.000 partes civiles.

Durante la presentación detallada de la sentencia, el presidente del tribunal, Olivier Géron, subrayó que el laboratorio había “privilegiado su interés financiero sobre el interés de los pacientes”. Mediator, comercializado en 1976 para el tratamiento de la diabetes pero ampliamente utilizado como supresor del apetito, se ha recetado a unos cinco millones de personas.

Fue retirado del mercado en 2009, después de que la neumóloga Irène Frachon estableciera un vínculo con daños cardíacos e hipertensión arterial pulmonar. Había “una política sistemática de ocultamiento hacia los médicos que preguntaban por el Mediador”, afirmó Géron. El grupo “nunca tomó las medidas necesarias”.