La Comisión de Investigación del Senado sobre la escasez de medicamentos da prioridad a una respuesta sanitaria europea en su informe de recomendaciones publicado este jueves, tras las fuertes tensiones y cortes de suministro del pasado invierno. En su informe presentado tras cinco meses de investigación y más de medio centenar de audiencias de profesionales sanitarios, asociaciones de pacientes y representantes del sector, la comisión fija la escala europea como el «marco prioritario» de las actuaciones a llevar a cabo para frenar y prevenir la riesgo de escasez.

Entre sus 36 líneas de pensamiento, la reubicación sostenible en Europa de la producción de medicamentos esenciales y el refuerzo de las «obligaciones de suministro, transparencia y gestión del desabastecimiento a nivel europeo». Para promover la redistribución de las existencias disponibles dentro de la Unión Europea, el informe también alienta a «armonizar las normas nacionales de envasado y etiquetado» y alienta «el uso de folletos desmaterializados para medicamentos esenciales».

También aconseja «promover una mayor coordinación entre los distintos reguladores de precios de medicamentos a escala europea, para evitar los efectos de la competencia susceptibles de agravar los fenómenos de desabastecimiento». Desde 2018, la comisión ha observado un «claro empeoramiento» de la situación, que compara con una «forma de escándalo sanitario mundial». El fenómeno del desabastecimiento, que afecta principalmente a los medicamentos de bajo costo por su antigüedad, se ha visto amplificado por la pandemia seguida de la triple epidemia de Covid-19, influenza y bronquiolitis el invierno pasado, que generó una tensión importante sobre productos de uso común, entre ellos amoxicilina y paracetamol.

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En su informe, la comisión considera que, en materia de política de drogas, “se debe cuestionar y refundar la conducción, la regulación de precios, la organización de la producción, el apoyo público a la investigación y la innovación”. Critica a las autoridades francesas por tener “falta de reactividad y anticipación” el pasado invierno ya los industriales por haber “basado erróneamente sus previsiones en inviernos anteriores”. Así, reclama «más control de la credibilidad de las expectativas de los fabricantes» respecto a los productos más esenciales, de cara a las temporadas de invierno, un mejor control de los stocks obligatorios y «reforzamiento de las capacidades de detección de riesgos de desabastecimiento en base a ventas y epidemiología». datos».

Señalando una gestión dispersa de la política de drogas en Francia, finalmente propone la creación de una secretaría general de drogas bajo la autoridad del jefe de gobierno, para coordinar una acción que con demasiada frecuencia se lleva a cabo «en silos».