El cuerpo descubierto a finales de diciembre en un baúl en Mosela fue identificado como el de un hombre de 27 años que padecía esquizofrenia y estaba desaparecido desde el verano de 2022, según supo el lunes la fiscalía de Metz. En este caso ya están imputados dos personas, un hombre y su pareja.
El cadáver es el de Guillaume Mongin, dijo a la AFP Thomas Bernard, fiscal adjunto de Metz, confirmando las informaciones de Lorraine Actu.
Esquizofrénico, estaba desaparecido desde el 28 de agosto de 2022 tras un paseo por el bosque de Val-et-Châtillon (Meurthe-et-Moselle), ciudad de donde era originario y situada a unos veinte kilómetros de Gondrexange, donde el principal sospechoso poseía una pequeña parcela de terreno al borde de un estanque.
Desde su desaparición, sus seres queridos han incrementado los llamados para encontrarlo en las redes sociales. Muchos curiosos afirmaron entonces haberlo identificado. Su cuerpo fue descubierto el 20 de diciembre en Gondrexange, a unos cien kilómetros al sureste de Metz, por los bomberos llamados para apagar un incendio en una casa residencial. Una vez controlado el incendio, descubrieron un baúl que contenía en su interior los restos del cadáver de un “joven de entre 25 y 30 años”, entonces no identificado y probablemente “fallecido de muerte violenta y no accidental”, dijo el fiscal de Metz. Entonces confió Yves Bardoc.
Los propietarios de la casa, una pareja con hijos, fueron rápidamente puestos bajo custodia policial y acusados de “asesinato”, “ocultación de un cadáver” y “ataque a la integridad de un cadáver” y luego puestos en prisión preventiva.
Sus dos hijos, de 9 y 13 años, fueron puestos bajo custodia, dijo el abogado del sospechoso, el señor Romain Hellenbrand, cuyo cliente fue puesto en libertad y puesto bajo supervisión judicial el 11 de enero. Su compañero, que exoneró a su pareja mientras se encontraba bajo custodia policial, sigue en prisión preventiva. “Este asunto es también un drama familiar”, confió su abogada, Me Loraine Biernaczyk.