La abogada Isabelle Coutant-Peyre, que defendió al líder de la “banda de los bárbaros” Youssouf Fofana o al terrorista venezolano Carlos, con quien se casó en prisión, falleció el viernes a los 70 años, según supo un familiar suyo. Murió el viernes por la mañana de cáncer, afirmó este familiar, abogado, confirmando la información de Marianne.
En 45 años de carrera, esta abogada penalista inclasificable fue, en particular, la abogada del asesino en serie Charles Sobhraj, alias “la Serpiente”, a quien fue a recibir a finales de 2022 a su regreso a Francia, después de 20 años de prisión en Nepal. También defendió al polemista Dieudonné M’Bala M’Bala, al escritor Gabriel Matzneff, acusado de abuso de menores, y a Ali Riza Polat, condenado a treinta años de prisión por «complicidad» en los ataques contra Charlie Hebdo y el Hyper Kosher en enero. 2015.
“Joven de buena familia”, como se define en un retrato que la AFP le dedicó en 2011, Isabelle Coutant-Peyre tuvo una vida temprana, burguesa y ordenada. Casada a los 21 años con Michel Peyre, teniente de alcalde de Granville, tuvo tres hijos con él. La pareja se separó en 1993.
En 1979 prestó juramento y se especializó en derecho empresarial. Fue entonces cuando conoció al sulfuroso abogado Jacques Vergès (fallecido en 2013), que compartía con ella “la misma insolencia”, pero a quien, según ella, no consideraba su “mentor”. En 1997, en un pasillo de la prisión La Santé, conoció a Ilich Ramírez Sánchez, episodio relatado de manera sumamente romántica en su libro “Casarse con Carlos”, publicado en 2004.
El 25 de agosto de 2001, cuenta, “nos propusimos matrimonio. (…) Y recitó la Fatiha, la profesión de fe coránica, para sellar mejor este compromiso solemne”. A sus ojos, Carlos, a quien comparó con Nelson Mandela, “no era un criminal”, sino “un político”. Un luchador por la libertad, un revolucionario”.
En marzo de 2004, durante un programa de entrevistas en France 2, habló de los sentimientos «muy profundos» y de la gran «complicidad intelectual» que la unía a su compañero. Preguntada sobre la dificultad de tener relaciones físicas con él dentro de la prisión, respondió con humor: “Tengo un marido absolutamente ideal que me deja libre todas las noches”.