Cientos de migrantes latinoamericanos intentaron llegar este lunes a pie a Estados Unidos desde la ciudad mexicana de Matamoros (noreste) después de que una fuerte tormenta destruyera su campamento en la frontera, informaron medios locales. Este es el primer incidente fronterizo de tal magnitud desde que el 11 de mayo finalizó el “Título 42”, una medida relacionada con la pandemia que durante los últimos tres años ha permitido a Estados Unidos rechazar de inmediato a los migrantes sin visa en nombre de la emergencia sanitaria. .

Ha sido reemplazado por un nuevo sistema con, en particular, restricciones al derecho de asilo. Darly Mercado, una venezolana que viajaba con su familia, dijo a los periodistas que decidieron cruzar después de que una tormenta de la tarde destruyó sus tiendas de campaña improvisadas. Llegaron al final del puente pero se toparon con agentes estadounidenses con escudos. “Mi esposo les preguntó si no tenían esposas, si no tenían hijos, pero los guardias dijeron que no y nos empujaron”, dijo al regresar al territorio mexicano.

Según medios locales, cientos de migrantes, en su mayoría venezolanos, hondureños y salvadoreños, intentaron ingresar a Estados Unidos por esta vía. En videos publicados en las redes sociales, se puede ver a los migrantes avanzando en grupos, entre empujones y gritos, en un estrecho puente cubierto que conduce a Brownsville, Texas.

Algunos llevaban niños pequeños, otros iban acompañados de adolescentes a quienes trataban de proteger con sus cuerpos. Las autoridades mexicanas intentaron cerrar el cruce, pero se vieron abrumadas.

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El pasado viernes, en Nuevo Laredo, otra localidad vecina de Texas, un puente internacional tuvo que ser cerrado tras el intento de cruzar por la fuerza de un grupo de rusos aparentemente frustrados por no haber podido tramitar sus solicitudes de asilo presentadas por la Estados Unidos. Desde el final del Título 42, los migrantes que cruzan la frontera ilegalmente pueden ser devueltos a su país y sancionados.

Las llegadas a la frontera de extranjeros indocumentados, en su mayoría venezolanos, que se habían reanudado antes de mayo, han disminuido en las últimas semanas, según las autoridades. Pero miles de migrantes están atrapados en la frontera mexicana con la esperanza de obtener una cita con inmigración estadounidense para poder ingresar a Estados Unidos y buscar refugio allí.