Le Fígaro Nantes

La hospitalidad del buen samaritano fracasó. La policía intervino el 30 de diciembre en un edificio del distrito prioritario de Port-Boyer, en Nantes, para detener a un vagabundo ebrio que dio positivo en cannabis. Lo que es más grave, el individuo supuestamente golpeó y echó a un residente del edificio que, sin embargo, lo había acogido y acogido. Un vecino, al presenciar repetidos ruidos violentos y gritos de sufrimiento, acabó dando la alarma.

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La víctima, de 48 años, fue trasladada al hospital universitario de Nantes, donde los médicos le notificaron cinco días de incapacidad temporal total, informan nuestros compañeros del Oeste de Francia. Cuando llegó la policía, el hombre maltratado se encontró rodeado por sus tres perros, en el rellano de su casa, en evidente estado de angustia. Inicialmente ausente cuando intervino la policía, el vagabundo se presentó en el apartamento mientras los agentes todavía estaban allí. Fue puesto inmediatamente bajo custodia.

El detenido resultó ser buscado por la policía. Debe cumplir una condena de cuatro meses de prisión por amenazar de muerte. A petición de Le Figaro, la fiscalía del tribunal de Nantes aclaró el viernes que el acusado, en prisión preventiva, se negó a ser sacado de su celda el día de su comparecencia inmediata, el 2 de enero. “El tribunal se vio obligado a posponer el examen del caso hasta el 17 de enero”, especifica la Fiscalía. Hasta entonces, el interesado permaneció detenido.