La policía nacional abrió una investigación por homicidio tras el descubrimiento, el miércoles 6 de diciembre, de un hombre muerto ese mismo día en Nantes, en circunstancias turbias. Y en un lugar inusual y de alta seguridad: una celda en el centro de detención preventiva de la ciudad.

Descubierto inanimado alrededor de las 11 de la mañana por los guardias de la prisión, el recluso no pudo volver a la vida. Según información de Presse Océan, la hipótesis del suicidio se consideró inicialmente tras la identificación de restos de lejía cerca del cuerpo. Sin embargo, esta vía fue descartada tras el descubrimiento de hematomas sospechosos durante la autopsia.

Lea tambiénDesaparición de Théo en Saint-Nazaire: la policía registró los sótanos de un barrio sensible

Las autoridades no especificaron la identidad y el motivo de la estancia en el centro de detención preventiva de la víctima, un hombre de 54 años que lleva tres meses en prisión preventiva. Su compañero de prisión fue puesto bajo custodia policial el sábado, según confirmó el lunes la comisaría central de Nantes a Le Figaro. La Dirección Interregional de Servicios Penitenciarios del Gran Oeste también pudo confirmar al final del día el regreso del recluso al centro de detención preventiva.

Inaugurado en 2012, el centro de detención preventiva de Nantes sufre, como muchos centros penitenciarios en Francia, una importante saturación. Según el Observatorio Internacional de Prisiones, su densidad carcelaria a 1 de enero de 2023 era del 148,5%.