Le Figaro Niza

Sabiamente sentado en el banquillo, Esteban González González, de 67 años, no parece un capo de la droga. Con su pequeña barba blanca y sus anteojos cuadrados, más bien da la imagen de un abuelo tranquilo. Sin embargo, fue este camionero español el que fue revisado el 27 de julio de 2022 en el peaje de Turbie (Alpes-Maritimes) con 612 kilos de cannabis escondidos en el remolque de su camión. Más de media tonelada de droga, por un importe estimado de seis millones de euros para su reventa. Detenido, acusado y en prisión preventiva, compareció el martes por la tarde ante el Tribunal Penal de Niza.

Estoico y casi silencioso durante todo el tiempo de la audiencia, el sexagenario instruyó a su abogado, Maître Christine Ladret, para que proclamara su inocencia por él. El imputado sostiene que no tenía conocimiento de los bienes que transportaba el día de los hechos. Oficialmente, su jefe le había confiado un cargamento de lana. Ciertamente, se encontraron paquetes, pero ¿qué pasa con las muchas maletas y bolsas marroquíes que contenían el cannabis? ¿Podría el encuestado realmente no haberlos notado? Para su abogado, no hay duda. “No tenía motivos para cuestionar la mercancía. Le dijeron que era lana, eso es todo. Y entonces, ¿qué interés habría tenido su empleador en decirle que estaba a punto de salir a la carretera con seis millones de euros?”, se preguntó.

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Hay que decir que el pasado del camionero no aboga a su favor. Ya había sido condenado por el tribunal de Burdeos por hechos similares unos años antes. “Lo más importante para mí es la familia. Solo necesitaba un año para jubilarme”, intentó en vano justificar en su caja, ayudado por un traductor. Para Me Ladret, los verdaderos culpables siguen corriendo. “La investigación fue fallida. Los investigadores supuestamente no pudieron encontrar el rastro del empleador. ¡Me tomó cinco minutos buscar en Internet!» Ella exclamo.

Y para insistir sobre el mal estado de salud de su cliente: “Ahora padece leucemia, una de las enfermedades más mortales. En prisión solo le dan pastillas y, sin embargo, su estado sería compatible con la detención. Cada vez que vengo a verlo a la sala de visitas, me dicen que está en la enfermería. Argumentos insuficientes para la fiscal, Sabine Marthouret, que pidió cuatro años de prisión con detención continuada y confiscación del camión. El tribunal lo condenó a tres años de prisión, sin ajuste de pena.