Noruega anunció este martes la repatriación de dos hermanas que partieron en su adolescencia en Siria y sus tres hijos, una decisión motivada por las condiciones de vida «extremadamente malas» en el campo donde estaban detenidas. “Las condiciones de vida en los campamentos son extremadamente malas y peligrosas. Estos niños noruegos han estado viviendo durante mucho tiempo en campamentos donde ningún niño debería vivir”, dijo la ministra de Relaciones Exteriores, Anniken Huitfeldt, en un comunicado.

D’origine somalienne, les deux sœurs avaient clandestinement quitté la Norvège fin 2013, à l’âge de 16 et 19 ans pour participer à la lutte contre le régime de Bachar al-Assad, ainsi qu’elles l’avaient ensuite expliqué dans un email. Su historia fue contada en un libro de la autora noruega Åsne Seierstad. Ahora de 29 y 25 años, tenían respectivamente dos y una hijas nacidas de uniones con combatientes del grupo Estado Islámico, según el diario Verdens Gang (VG). Los cinco están siendo repatriados desde el campo de prisioneros yihadista Al-Roj, administrado por los kurdos, en el noreste de Siria.

«Las dos mujeres han solicitado asistencia para regresar con sus hijos (y) saben que serán arrestadas cuando lleguen a Noruega», dijo el ministerio. A pesar de los llamamientos de parte de la oposición y las ONG, las autoridades noruegas dicen que hasta ahora no han podido sacar a los niños por falta de un acuerdo de sus madres para hacerlo.

Como en otros países europeos, el tema está siendo debatido en Noruega. Tanto Estados Unidos como las autoridades kurdas locales o la ONU abogan por este tipo de repatriación, en particular debido a la inestabilidad en la región, subrayó el ministerio. En 2020, el país escandinavo ya había repatriado desde Siria a una mujer vinculada al EI, alegando que uno de sus hijos estaba gravemente enfermo.