«Espero que los anuncios del presidente Macron», que viajará a Nueva Caledonia, «estén a la altura de la situación», declaró Édouard Philippe el martes por la tarde durante una reunión pública en Bayona (Pirineos Atlánticos).
“La situación es terriblemente triste y peligrosa. Francia, que tiene una relación complicada con su historia colonial, tiene la posibilidad de encontrar una solución original, aunque sea más difícil que hace tres meses”, añadió el ex primer ministro.
Emmanuel Macron deberá partir el martes por la tarde hacia Nueva Caledonia para establecer allí una “misión”, más de una semana después del inicio de disturbios sin precedentes en casi 40 años en el archipiélago, donde “la situación está mejorando” pero sigue siendo precaria, según las autoridades. “Lo que más importa en Nueva Caledonia es el acuerdo político entre separatistas y leales. Es la prioridad de las prioridades”, afirmó el presidente de Horizons, que viaja al País Vasco y a las Landas del martes al jueves.
“El espacio político de este acuerdo no puede estar por debajo de los acuerdos de Matignon, ni más allá de la independencia, ya que el pueblo caledonio votó en contra” y para que “funcione”, “se necesitarán perspectivas: no podemos, cada dos años, cada cinco años, preguntar «Nos planteamos la cuestión de si queremos permanecer en la República Francesa o no», continuó. “Debemos tener presente que la aspiración de independencia y autodeterminación del pueblo canaco nunca desaparecerá. Debemos encontrar un acuerdo entre la estabilidad en el tiempo y esta aspiración que, si la negamos, siempre será objeto de resurgimientos violentos”, insistió el ex jefe de Gobierno.
Según él, desde el tercer referéndum de autodeterminación en 2021, “hemos abandonado el marco político” en el que vivía Nueva Caledonia desde los acuerdos de Matignon en 1988. Este marco se basaba “en una forma de imparcialidad del Estado, en la idea de que todo desarrollo debe ser producto de un compromiso, esa es la promesa”. “Eso no significa que el Estado no tenga opinión. El Estado es parte en el proceso pero debe ocultarse detrás de un velo de imparcialidad. Es este marco el que permitió una evolución real de 1988 a 2024, de la que podemos estar orgullosos colectivamente, a pesar de lo que está sucediendo hoy (…) Debemos inventar el próximo marco, para saber cómo será Nueva Caledonia en 20, 30, 40 años”, concluyó Édouard Philippe.