La policía de Kosovo lanzó gases lacrimógenos el lunes para dispersar a los serbios que protestaban en un intento por evitar que los alcaldes albaneses elegidos en las controvertidas elecciones asumieran el cargo en las ciudades predominantemente serbias del norte de Kosovo. Estos concejales fueron nombrados tras las elecciones locales organizadas por las autoridades de Kosovo el 23 de abril en cuatro municipios poblados en su mayoría por serbios que boicotearon en gran medida estas elecciones: solo participaron unos 1.500 votantes, de aproximadamente 45.000 votantes registrados. Los manifestantes exigen también el retiro de las fuerzas especiales policiales desplegadas en la región desde hace varios días.
La situación muy tensa degeneró en Zvecan donde fuerzas especiales repelieron a un grupo de manifestantes que intentaba ingresar a las instalaciones del ayuntamiento, informó un periodista de la AFP. La policía, por su parte, dijo en un comunicado de prensa que reaccionó cuando los manifestantes intentaron romper un cordón policial “usando violencia y gases lacrimógenos”.
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Los serbios, cuyos representantes políticos abandonaron las instituciones locales en el norte de Kosovo en noviembre, en un enfrentamiento entre Belgrado y Pristina, boicotearon las elecciones municipales organizadas por el gobierno kosovar en abril para acabar con este vacío institucional. Ya se han producido incidencias el viernes cuando estos concejales acudieron a asumir sus funciones acompañados de policías.
La fuerza de la OTAN desplegada en Kosovo (Kfor) dijo que había «reforzado su presencia» en el norte e instó a Belgrado y Pristina a retomar el diálogo realizado bajo los auspicios de la Unión Europea para reducir las tensiones. Los soldados de Kfor se desplegaron el lunes alrededor del ayuntamiento de Zvecan, según el corresponsal de AFP.
Los picos de tensión son frecuentes en el norte de Kosovo, una antigua provincia serbia que proclamó su independencia en 2008, nunca reconocida por Serbia. Unos 120.000 serbios viven en Kosovo, que tiene una población de 1,8 millones, en su mayoría albaneses.
